A lo mejor no estoy hecho para que me quieran
Tiempo de lectura: 2 min
Durante años pensé que estaba roto por dentro.
Durante mucho tiempo viví con una idea clavada:
“Hay algo en mí que está mal… y las mujeres lo notan.”
No era “soy tímido”.
No era “me falta práctica”.
Era más hondo:
“Estoy defectuoso. No estoy hecho para que me quieran.”
Si alguna vez has mirado el móvil de noche pensando:
- “Todas mis amigas tienen historias normales.”
- “Todos mis colegas han tenido relaciones, rupturas, segundas oportunidades.”
- “Yo… nada.”
…lo que voy a contarte es para ti.
Porque voy a explicarte cómo pasé de sentirme estropeado
a poder mirar a una mujer a los ojos sin pensar:
“Si supieras quién soy por dentro, saldrías corriendo.”
Y sí, tiene mucho que ver con algo tan simple como
el olor que mi cuerpo estaba mandando al mundo…
Y con un perfume llamado PheroPro.
La noche en la que pensé “me voy a quedar solo”
Mi momento límite llegó un sábado cualquiera.
Un amigo celebraba su cumpleaños en un bar.
Parejas, besos, bromas privadas, historias de ex, de reconciliaciones.
Yo estaba apoyado en la barra, con la copa en la mano,
viendo cómo las chicas se acercaban a mis amigos,
les tocaban el brazo, se reían de cosas que ni tenían gracia.
Conmigo eran amables.
Correctas.
Como con un compañero de trabajo.
Al volver a casa, abrí el móvil por costumbre.
Entré en un foro y empecé a leer:
“Tengo 30 y nunca he tenido novia.”
“Siento que soy invisible para las mujeres.”
“Creo que estoy roto por dentro.”
Cada frase era como verme en un espejo.
Escribí un mensaje largo contando mi historia
y al final puse una línea que me dolió:
“No quiero llegar a los 40 sin haber sentido nunca
que alguien me quiere de verdad.”
Cuando vi esa frase escrita, me hundí.
Ya no era solo “quiero ligar más”.
Era miedo de verdad a vivir y morir con la idea
de que algo en mí venía mal de fábrica.
Lo que probé antes (y por qué no funcionó)
Hice todo lo típico:
- Cambiar de estilo de ropa.
- Apuntarme al gimnasio.
- Ver vídeos sobre “cómo hablar con mujeres”.
- Abrir más aplicaciones para conocer gente.
A veces conseguía alguna cita.
Pero siempre pasaba lo mismo:
- Ella decía: “eres muy majo, pero no siento chispa”.
- Notaba que se relajaba conmigo como con un amigo,
no como con un hombre que podría gustarle. - Las conversaciones se quedaban en correctas, nunca en íntimas.
Cada “eres muy majo” añadía otra capa a la misma idea:
“¿Ves, Daniel? No es la ropa. Eres tú. Estás roto.”
Hasta que por fin alguien me hizo ver
que no era tan simple.
El error oculto: el “Guion de Defectuoso”
Leyendo y leyendo, encontré una idea
que me hizo daño… y a la vez me dio alivio:
No nací roto.
Me había tragado un guion que me decía que lo estaba.
Yo lo llamo el “Guion de Defectuoso”:
- De joven tienes pocas experiencias.
- Lo interpretas como prueba de que “eres raro”.
- Entras en sitios con esa idea en la cabeza.
- Tu cuerpo manda señales que confirman ese guion:
- Hombros algo caídos.
- Mirada que se retira rápido.
- Y un detalle del que casi nadie habla:
un olor totalmente plano, sin personalidad.
Gel neutro.
Desodorante cualquiera.
La misma colonia genérica de siempre.
Para el cerebro de muchas mujeres,
tu presencia no dice “hombre interesante y seguro”.
Dice:
“Persona neutra, sin historia, sin calor.”
Cuando eso se repite años y años,
no solo se fija en ellas.
Se fija en ti.
Cada vez que una interacción se enfría,
tu guion interno susurra:
“Te lo dije. Estás defectuoso. No vales como pareja.”
Y cuidado: el problema no era solo mental.
Mi cuerpo no estaba enviando ninguna señal sensorial
que apoyara la idea de que yo merecía ser elegido.
Lo que nadie me había dicho: el “ancla sensorial” de sentirte digno
En uno de esos hilos, alguien escribió algo distinto:
“No necesitaba un truco para ligar.
Necesitaba algo que me hiciera sentirme
como un hombre que merece amor…
antes de hablar con nadie.”
Hablaban de una especie de
“ancla sensorial de dignidad”.
Dicho en sencillo:
- Nuestro cerebro asocia olores, gestos y rituales
a estados internos. - Si cada vez que sales hueles a “cualquier cosa”,
tu cuerpo vuelve al estado de siempre:
nervios, duda, defensa. - Si creas un olor y un ritual que asocias
a tu versión más tranquila y segura,
tu cuerpo entra con más facilidad en ese estado
cuando lo necesitas.
En varias respuestas aparecía el mismo nombre:
PheroPro.
Un perfume masculino con feromonas suaves,
pensado para crear un halo cálido
a corta distancia:
bares, citas, reuniones con amigos.
No lo presentaban como “magia para que todas se enamoren”.
Lo describían así:
“Es como tener una prueba silenciosa
de que puedes ser querido.”
Y eso, exactamente eso,
era lo que yo no tenía.
La primera noche en la que no me sentí roto por defecto
Pedí un frasco de PheroPro
casi como quien se agarra a un salvavidas.
Cuando llegó, decidí que no sería
“una colonia más en la estantería”.
Lo convertí en mi ritual:
- Ducha tranquila.
- Ropa con la que me veía bien.
- Tres pulverizaciones de PheroPro:
- Dos en el cuello.
- Una en el pecho.
Mientras el olor subía,
me miré al espejo y pensé:
“Hoy no sales a demostrar nada.
Sales a comprobar que tienes derecho a estar aquí.”
Esa noche quedé con un grupo de amigos y amigas
en un local pequeño.
Noté varias cosas:
- Una amiga de una amiga, que ya me había visto otras veces,
me saludó con un abrazo más largo de lo normal y dijo:
“¡Qué bien hueles, así da gusto saludarte!” - Cuando hablábamos en grupo,
nadie me trataba como “el añadido” que está de relleno. - Yo no estaba todo el rato analizando
si lo hacía bien o mal.
Simplemente estaba presente.
No fue una película.
No salí de allí con novia.
Pero, al llegar a casa,
me di cuenta de algo sencillo y brutal:
Por primera vez en mucho tiempo
no me había sentido estropeado.
Me había sentido… normal.
Un hombre más.
Con sitio.
Con derecho a gustar o no,
pero sin esa etiqueta de “defectuoso”.
Qué es realmente PheroPro (y qué no es)
Después de meses usándolo,
puedo resumir PheroPro así:
- Es un perfume masculino con feromonas suaves,
pensado para distancias cortas. - Tiene un olor cálido, limpio y adulto,
sin empalagar ni imponerse. - Crea un halo cercano que hace que las personas
quieran estar unos segundos más a tu lado. - Funciona mejor cuando lo integras
en un pequeño ritual antes de salir.
Lo que no es:
- No es un hechizo.
- No te convierte en alguien que no eres.
- No obliga a nadie a sentir nada.
Lo que sí hace, si lo usas bien, es esto:
Te da una base sensorial
para empezar a creer
que eres digno de amor.
Y cuando tú empiezas a tratarte
como alguien digno de amor…
- Aceptas mejor un “sí”.
- No te derrumbas con un “no”.
Dejas de entrar en cada plan pidiendo perdón por existir.
¿Para quién es PheroPro?
PheroPro es para ti si:
- Has pensado alguna vez “creo que estoy roto por dentro”.
- Tienes treinta y pico y sientes
que eres el único sin una historia amorosa “normal”. - Te cuesta creer que una mujer
pueda verte como un hombre deseable. - Quieres algo que apoye tu cambio por dentro,
no que prometa milagros.
PheroPro NO es para ti si:
- Crees que un perfume va a arreglarte la vida.
- Buscas manipular o engañar a nadie.
- No estás dispuesto a dar pasos reales
(salir, hablar, exponerte un poco).
Cómo probar PheroPro sin arriesgar casi nada
Lo bueno de PheroPro
es que puedes probarlo sin jugártelo todo.
- Se compra desde su página oficial por internet.
- A menudo tienen ofertas por varios frascos,
para que puedas usarlo varias semanas seguidas
y notar el efecto en tu día a día. - Y lo más importante:
tienen garantía de devolución del dinero
si no te convence el olor
o no notas ninguna diferencia.
Es decir:
Puedes comprobar si tu historia interna empieza a cambiar
por menos de lo que gastas en una noche de salir por ahí.
Dos caminos a partir de hoy
Puedes seguir como hasta ahora:
- Pensando que estás roto.
- Evitando que te conozcan de verdad
por miedo a que se vea “el defecto”. - Mirando a otras parejas en la calle
con ese nudo en el estómago.
O puedes hacer algo muy pequeño,
pero muy concreto:
- Crear tu ritual con PheroPro.
- Salir la próxima vez con el cuerpo oliendo
a algo que tú mismo asocias con
calma, calidez y dignidad. - Darle a tu cerebro pruebas nuevas
de que no naciste roto.
Si, en el fondo, lo único que quieres
es poder creer de verdad que:
“No estoy estropeado.
Soy digno de amor.”
entonces mi consejo es claro
Puede que dentro de unos meses
mires atrás y pienses:
“No fue solo un perfume.
Fue el primer gesto concreto
con el que empecé a tratarme
como alguien que merece ser querido.”

Dr. Javier Molina (Psicólogo social especializado en relaciones y autoestima masculina)
“Lo que más me impresiona de PheroPro no es solo el olor, sino el cambio de conducta que desencadena. Trabajo con hombres que no están rotos, pero sí atascados en la idea de que el amor ‘no es para ellos’. Cuando incorporamos PheroPro dentro de un pequeño ritual de cuidado personal, muchos empezaron a salir más de casa, a sostener la mirada y a colocarse en sitios donde antes se escondían. Las feromonas crean un entorno sensorial más favorable, sí, pero lo verdaderamente importante es que el hombre deja de verse como alguien “del montón” y empieza a sentirse merecedor de ser percibido y deseado. Desde mi punto de vista profesional, PheroPro es una herramienta útil para romper el círculo de ‘no me ven, así que no lo intento’ y transformarlo en ‘me presento mejor, me siento mejor… y por fin empiezo a recibir respuestas reales’.”
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Y si al final PheroPro no funciona conmigo y solo pierdo dinero?
¿Y si al final PheroPro no funciona conmigo y solo pierdo dinero?
Es una duda muy normal. Lo importante es entender qué esperas que pase. PheroPro no es una varita mágica, pero sí puede ser el primer paso real para dejar de ser “el tío que no deja huella”. No se trata de que de repente todas se giren, sino de empezar a recibir pequeñas señales nuevas: un “qué bien hueles”, una conversación que se alarga, alguien que se sienta a tu lado pudiendo elegir otro sitio. Esas micro pruebas son las que cambian tu cabeza de “el amor no es para mí” a “igual sí que tengo algo que aportar”. Si entras con esa expectativa realista, el riesgo baja muchísimo y el potencial de cambio sube.
¿No es un poco triste tener que usar un perfume para gustar más?
¿No es un poco triste tener que usar un perfume para gustar más?
Lo realmente triste es seguir años igual por orgullo. No usas PheroPro porque estés roto, sino porque quieres dejar de jugar con desventaja. Otros llevan años acumulando experiencias, confianza, historias. Tú solo estás usando una herramienta para que tu presencia pase de neutra a memorable, sin dejar de ser tú. No es “sin esto no valgo”, es: “con esto dejo de ponerme palos en las ruedas”.
¿PheroPro me va a convertir en alguien que no soy?
¿PheroPro me va a convertir en alguien que no soy?
No. Y si pasara, no tendría sentido. PheroPro no cambia tu personalidad, cambia la sensación que generas de cerca: hueles más cálido, más adulto, más seguro. Sigues siendo tú, con tu humor, tu forma de hablar, tus gestos… solo que tu cuerpo deja de mandar el mensaje de “chico neutro que pasa desapercibido” y empieza a mandar “hombre con el que se está a gusto cerca”. Esa diferencia es enorme, pero no requiere que actúes ni que te vuelvas un personaje.
¿Y si casi no salgo de fiesta ni ligo por apps, me sirve de algo?
¿Y si casi no salgo de fiesta ni ligo por apps, me sirve de algo?
Justo para ese perfil tiene mucho sentido. Todo lo que hemos trabajado aquí no va solo de discotecas: va de oficina, bares tranquilos, afterworks, quedadas con amigos, transporte público… Sitios donde hoy eres “uno más” y donde mañana puedes ser “el que huele muy bien y transmite calma”. Si pasas muchas horas en el trabajo o en entornos normales, tener una presencia sensorial por encima de la media ahí es una ventaja silenciosa.
¿No es engañar a las mujeres usar feromonas?
¿No es engañar a las mujeres usar feromonas?
Lo que sería engañar es prometerles una versión de ti que no existe. PheroPro no fabrica sentimientos, simplemente hace que tu presencia no se pierda en el ruido de fondo. Ellas siguen eligiendo, sintiendo y decidiendo igual; tú solo dejas de entrar desarmado. No estás manipulando emociones, estás evitando que tu cuerpo mande el mensaje de “no hay nada que ver aquí”. Es una mejora de presentación, no un truco sucio.
¿Qué pasa si huelo demasiado fuerte y quedo como un desesperado?
¿Qué pasa si huelo demasiado fuerte y quedo como un desesperado?
Ese miedo viene de colonias baratas o muy agresivas. Justo la idea de PheroPro, tal y como lo hemos planteado, es lo contrario: un halo cercano, cálido y discreto, que se nota a un par de palmos, no desde la puerta del bar. Quien se acerca piensa “qué bien huele este tío”, no “ha vaciado el frasco encima”. El objetivo es que asocien tu olor a comodidad y atracción tranquila, no a intento desesperado.
¿Y si estoy tan “atrasado” que ya no tiene arreglo?
¿Y si estoy tan “atrasado” que ya no tiene arreglo?
Este pensamiento es uno de los que más daño hace. Con todo lo que hemos visto, la clave es entender algo: no tienes que recuperar diez años en una semana. Lo que necesitas son primeras experiencias normales: una cita que fluye, una noche abrazado, una historia que contar sin inventar. PheroPro no borra el pasado, pero puede ser el empujón para empezar a crear esos momentos que te faltan. Cada recuerdo nuevo es una patada a la idea de “ya es tarde para mí”.
Tengo miedo de ilusionarme y que nada cambie, ¿cómo lo gestiono?
Tengo miedo de ilusionarme y que nada cambie, ¿cómo lo gestiono?
Ese miedo es legítimo, porque ya vienes de muchos intentos fallidos. Por eso aquí no te estamos vendiendo “antes y después” de película, sino algo más honesto: “antes sin pruebas, después con pruebas pequeñas pero reales”. No esperes que PheroPro haga el trabajo solo; úsalo como parte de un ritual: cuidarte, vestirte bien, salir aunque dé pereza, abrirte un poco más. Así no depositas toda la ilusión en un frasco, sino en un proceso en el que tú también cambias.
¿Y si las mujeres se dan cuenta de que llevo algo “raro”?
¿Y si las mujeres se dan cuenta de que llevo algo “raro”?
Lo que suelen notar, si dices algo, es simplemente: “me gusta cómo hueles”. El 99 % no va a pensar “este lleva feromonas”, va a pensar “este tío se cuida y tiene un olor muy agradable”. Si alguna vez sale el tema, la lectura inconsciente es positiva: hombre que presta atención a los detalles, que se preocupa por cómo se siente la otra persona a su lado. Muy lejos de algo sospechoso, eso se percibe como madurez y autocuidado.
¿PheroPro es para mí si siento que el amor no es para mí?
¿PheroPro es para mí si siento que el amor no es para mí?
Justamente ese es el corazón de todo este trabajo. Si sientes que tu deseo te castiga, que ver parejas te duele y que tu historia está vacía, PheroPro no es “el premio”, es la palanca. Un modo de pasar de “nunca pasa nada” a “empiezan a pasar cosas pequeñas que me demuestran que no soy invisible”. No te promete amor inmediato; te promete oportunidades reales para que dejes de ver tu deseo como una condena y empieces a verlo como algo que, por fin, tiene por dónde entrar en tu vida.
Lo que opinan nuestros clientes
+1353 Opiniones
¿Por qué confiar en nosotros?
|   | Otros | |
|---|---|---|
| Envíos en 24/48h | ||
| Atención PostCompra | ||
| Pago en la entrega |