El chico que se queda en blanco justo cuando ella dice “hola”

Tiempo de lectura: 2 min

Cuando por fin me hablan, me bloqueo.

En mi cabeza soy otra persona.

En la ducha tengo conversaciones perfectas, respuestas ingeniosas, miradas seguras.

Pero cuando una chica que me gusta me habla de verdad

Siento que se me apaga el cerebro.

Se me seca la boca.

No sé qué decir.

Me quedo rígido, sin aire.

Ella mira el móvil.

La conversación se muere.

Y yo vuelvo a casa repitiendo cada frase una y otra vez, como si hubiera hecho el ridículo.

Si te pasa algo parecido, lo que voy a contarte puede aliviarte mucho.

Porque mi problema no era “no saber ligar”.

Era algo más profundo:

Mi propio cuerpo se ponía en mi contra cuando una mujer se acercaba.

Y no fue hasta que entendí ese mecanismo oculto y lo cambié con un ritual muy sencillo usando un perfume llamado PheroPro, cuando por fin dejé de bloquearme.

“Por mensajes era gracioso… en persona era un desastre”

Me llamo Andrés, tengo 32 años.

Durante semanas estuve hablando por mensajes con una chica.

La llamaré Laura.

Por escrito yo era rápido, gracioso, suelto.

Ella se reía con casi todo lo que le mandaba.

Por primera vez en mucho tiempo pensé:

“Esta vez puede salir bien.”

Quedamos un sábado por la tarde.

Y en cuanto la vi delante de mí, pasó lo de siempre:

  • Se me cayó la bebida nada más sentarme.

  • Me trababa con palabras sencillas.

  • Casi no podía mirarla a los ojos.

  • Notaba el corazón golpeándome en el cuello.

Ella hizo lo que pudo por salvar la cita.

Pero al final soltó la frase que todavía me duele:

“Eres majo, pero te noto incómodo, no sé…”

De camino a casa, con la camisa manchada, pensé:

“No necesito más consejos.

Necesito dejar de sentir pánico cuando estoy delante de ellas.”

Ahí entendí que el problema ya no era “no saber qué decir”.

Era que no me sentía seguro en mi propio cuerpo cuando una mujer estaba delante.

El “Circuito de Colapso Social” que nadie te explica

Empecé a leer, a ver vídeos, a buscar respuestas.

La mayoría de la gente repetía lo mismo:

  • “Ten más confianza.”

  • “No le des tantas vueltas.”

  • “Ensaya temas de conversación.”

Pero yo ya había probado todo eso.

Y en el momento de la verdad, mi cuerpo mandaba más que mis ideas.

Hasta que encontré una explicación que por fin encajó:

Mi cerebro había creado un “Circuito de Colapso Social”.

Te lo traduzco a sencillo:

  • Durante años había asociado “mujer que me gusta” con “peligro de humillación”.

  • Cada cita fallida, cada rechazo, reforzaba esa unión.

  • Así que, cuando una mujer se me acercaba, se activaba una alarma interna.

Esa alarma se notaba así:

  • Corazón acelerado.

  • Sudor frío.

  • Respiración corta.

  • Nudo en la garganta.

En ese estado:

  • Pensar con claridad es casi imposible.

  • Cada silencio parece una tragedia.

  • Y encima notas tu propio olor a nervios, lo que te hace sentir aún más fuera de lugar.

No era “solo mental”.

Era un estado físico de alarma que me robaba la confianza justo cuando más la necesitaba.

Ese pequeño porcentaje que nadie me había explicado era este:

No basta con cambiar lo que piensas.

Tienes que cambiar cómo se siente tu cuerpo en ese momento.

La “Ancla de Calma Química” que encontré por casualidad

Una noche leí algo sobre cómo ciertos olores se asocian a estados de ánimo.

Como cuando hueles un guiso y recuerdas la casa de tus abuelos.

O un perfume y recuerdas a tu primer amor.

Pensé:

“¿Y si pudiera asociar un olor concreto a la versión segura de mí mismo?”

Seguí tirando del hilo y empecé a leer sobre perfumes con feromonas para hombres.

No para “hipnotizar” a nadie, sino para que tú mismo te sientas más atractivo y más tranquilo al olerte.

Ahí apareció un nombre una y otra vez:

PheroPro.

Contaban algo que me llamó mucho la atención:

Usar el perfume como una “Ancla de Calma Química”.

El truco era este:

  1. Antes de salir, te lo aplicas siempre como parte de un pequeño ritual.

  2. Haces unas cuantas respiraciones profundas.

  3. Te miras al espejo con ropa que te gusta.

  4. Y dejas que el olor de PheroPro se mezcle con esa sensación de “hoy salgo preparado”.

Con el tiempo, tu cerebro aprende:

“Cuando huelo esto, estoy más tranquilo, más firme, más en mi sitio.”

Y cuando ella se acerca:

  • Tú no solo hueles mejor para ella.

  • Tu propio cuerpo reconoce ese olor y recuerda la calma que has practicado antes.

No es “ahora soy un conquistador”.

Es algo mucho más realista:

“Por primera vez, mi cuerpo no se pone en mi contra cuando una mujer se me acerca.”

La primera cita en la que no se me cayó nada

Decidí probarlo.

Pedí PheroPro.

Cuando llegó, lo guardé para la siguiente ocasión especial.

No tardó mucho.

Conocí a otra chica, Marta, a través de unos amigos.

Quedamos para tomar algo.

Ese día hice el ritual:

Ducha.

Ropa que me sentaba bien.

Y luego:

  • Dos pulverizaciones de PheroPro en el cuello.

  • Una en el pecho.

Me quedé un momento solo para respirar hondo.

El olor era cálido, limpio, masculino.

Nada exagerado.

De esos que dan ganas de acercarse, no de apartarse.

Me repetí delante del espejo:

“Hoy no tengo que ser perfecto.

Solo tengo que estar presente.”

Ya en la cita, seguía nervioso, pero pasó algo distinto:

  • No se me cayó nada.

  • Podía sostenerle la mirada.

  • Cuando me trababa, me salía reírme de mí mismo en vez de hundirme.

Y hubo un detalle que, para mí, lo cambió todo:

En mitad de la conversación, Marta dijo:

“Contigo estoy muy a gusto… y hueles muy bien, por cierto.”

Por primera vez, sentí que mi cuerpo estaba a mi favor, y no en mi contra.

Qué es exactamente PheroPro

A estas alturas te lo estarás preguntando.

PheroPro es un perfume masculino con feromonas suaves, pensado para dos cosas:

  1. Crear alrededor de ti un olor cálido y atractivo a poca distancia.

  • Para ella: hueles limpio, masculino, distinto al típico desodorante.

  1. Servir como ancla de calma para ti.

  • Para ti: cada vez que lo usas en tu ritual, tu cuerpo relaciona ese olor con seguridad.

No es una colonia estridente.

No inunda el bar ni la calle.

Actúa cerca de la piel, en la zona donde ella se acerca cuando os reís, cuando se inclina para hablar, cuando os dais un abrazo.

Con el uso diario, en mi caso pasó esto:

  • Mis bloqueos bajaron de intensidad.

  • Empecé a escuchar de verdad a la otra persona, no solo a mi miedo.

  • Dejé de repasar cada frase de camino a casa como si hubiera sido un examen.

No me convirtió en otro hombre.

Me permitió, por fin, ser el que yo era en mi cabeza… pero en la vida real.

¿Para quién es PheroPro?

PheroPro es para ti si:

  • En mensajes eres gracioso, pero en persona te quedas en blanco.

  • Notas el corazón disparado cada vez que una mujer que te gusta se te acerca.

  • Sales de las citas pensando: “no necesito más frases, necesito dejar de sentir este pánico”.

  • Quieres una ayuda real, pero discreta, sin fingir ser otra persona.

PheroPro NO es para ti si:

  • Esperas que un perfume lo haga todo por ti.

  • Quieres manipular o engañar a nadie.

  • Buscas una colonia fuerte que huela a metros de distancia.

Para los que estamos cansados de ser “el chico majo pero incómodo”,

PheroPro puede ser la pieza que faltaba:

Una forma sencilla de decirle al cuerpo:

“Tranquilo. Esta vez estamos preparados.”

Cómo probar PheroPro sin jugártela

Lo bueno es que probar PheroPro es muy fácil.

Puedes comprarlo desde su página oficial,

donde a menudo hay descuentos por varios frascos para usarlo en el día a día.

Y, como hacen muchas marcas serias,

PheroPro tiene garantía de devolución del dinero:

Si lo pruebas y:

  • No te gusta el olor, o

  • No notas ninguna diferencia,

puedes devolverlo y te reembolsan el importe.

En otras palabras:

Puedes comprobar si tu “Circuito de Colapso Social” empieza a romperse

por menos de lo que cuesta una noche cualquiera fuera de casa.

Dos caminos a partir de hoy

Puedes seguir como hasta ahora:

  • Imaginando conversaciones perfectas en la ducha.

  • Bloqueándote cuando por fin una chica te hace caso.

  • Volviendo a casa con esa mezcla de vergüenza y rabia contigo mismo.

O puedes hacer una prueba muy sencilla:

  • Crear tu propio ritual con PheroPro.

  • Respirar hondo, ponértelo antes de salir.

  • Observar lo que pasa la próxima vez que te sientes frente a una mujer que te gusta.

Fíjate en los pequeños detalles:

  • Un comentario sobre lo bien que hueles.

  • Una risa compartida donde antes solo había silencio incómodo.

  • Esa sensación nueva de pensar:

    “Esta vez, al menos, mi cuerpo no ha ido contra mí.”

Si sientes que ha llegado el momento de dejar de ser

el chico que se bloquea justo cuando por fin una chica le hace caso,

mi consejo es claro

Puede que dentro de unas semanas salgas de una cita,

subas a casa, te mires al espejo y pienses:

“Sigo siendo yo…

solo que, por fin, conmigo a favor.”

Ir directamente a la información del producto

PheroPro™ - Eau de Parfum con Feromonas - Oferta

PheroPro™ - Eau de Parfum con Feromonas - Oferta

 (1.353 opiniones)
Precio habitual 29,99€
Precio habitual 29,99€ Precio de oferta 40,00€
Agotado
Ver todos los detalles

Dr. Javier Molina (Psicólogo social especializado en relaciones y autoestima masculina)

“Lo que más me impresiona de PheroPro no es solo el olor, sino el cambio de conducta que desencadena. Trabajo con hombres que no están rotos, pero sí atascados en la idea de que el amor ‘no es para ellos’. Cuando incorporamos PheroPro dentro de un pequeño ritual de cuidado personal, muchos empezaron a salir más de casa, a sostener la mirada y a colocarse en sitios donde antes se escondían. Las feromonas crean un entorno sensorial más favorable, sí, pero lo verdaderamente importante es que el hombre deja de verse como alguien “del montón” y empieza a sentirse merecedor de ser percibido y deseado. Desde mi punto de vista profesional, PheroPro es una herramienta útil para romper el círculo de ‘no me ven, así que no lo intento’ y transformarlo en ‘me presento mejor, me siento mejor… y por fin empiezo a recibir respuestas reales’.”

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Y si al final PheroPro no funciona conmigo y solo pierdo dinero?

Es una duda muy normal. Lo importante es entender qué esperas que pase. PheroPro no es una varita mágica, pero sí puede ser el primer paso real para dejar de ser “el tío que no deja huella”. No se trata de que de repente todas se giren, sino de empezar a recibir pequeñas señales nuevas: un “qué bien hueles”, una conversación que se alarga, alguien que se sienta a tu lado pudiendo elegir otro sitio. Esas micro pruebas son las que cambian tu cabeza de “el amor no es para mí” a “igual sí que tengo algo que aportar”. Si entras con esa expectativa realista, el riesgo baja muchísimo y el potencial de cambio sube.

Lo realmente triste es seguir años igual por orgullo. No usas PheroPro porque estés roto, sino porque quieres dejar de jugar con desventaja. Otros llevan años acumulando experiencias, confianza, historias. Tú solo estás usando una herramienta para que tu presencia pase de neutra a memorable, sin dejar de ser tú. No es “sin esto no valgo”, es: “con esto dejo de ponerme palos en las ruedas”.

No. Y si pasara, no tendría sentido. PheroPro no cambia tu personalidad, cambia la sensación que generas de cerca: hueles más cálido, más adulto, más seguro. Sigues siendo tú, con tu humor, tu forma de hablar, tus gestos… solo que tu cuerpo deja de mandar el mensaje de “chico neutro que pasa desapercibido” y empieza a mandar “hombre con el que se está a gusto cerca”. Esa diferencia es enorme, pero no requiere que actúes ni que te vuelvas un personaje.

Justo para ese perfil tiene mucho sentido. Todo lo que hemos trabajado aquí no va solo de discotecas: va de oficina, bares tranquilos, afterworks, quedadas con amigos, transporte público… Sitios donde hoy eres “uno más” y donde mañana puedes ser “el que huele muy bien y transmite calma”. Si pasas muchas horas en el trabajo o en entornos normales, tener una presencia sensorial por encima de la media ahí es una ventaja silenciosa.

Lo que sería engañar es prometerles una versión de ti que no existe. PheroPro no fabrica sentimientos, simplemente hace que tu presencia no se pierda en el ruido de fondo. Ellas siguen eligiendo, sintiendo y decidiendo igual; tú solo dejas de entrar desarmado. No estás manipulando emociones, estás evitando que tu cuerpo mande el mensaje de “no hay nada que ver aquí”. Es una mejora de presentación, no un truco sucio.

Ese miedo viene de colonias baratas o muy agresivas. Justo la idea de PheroPro, tal y como lo hemos planteado, es lo contrario: un halo cercano, cálido y discreto, que se nota a un par de palmos, no desde la puerta del bar. Quien se acerca piensa “qué bien huele este tío”, no “ha vaciado el frasco encima”. El objetivo es que asocien tu olor a comodidad y atracción tranquila, no a intento desesperado.

Este pensamiento es uno de los que más daño hace. Con todo lo que hemos visto, la clave es entender algo: no tienes que recuperar diez años en una semana. Lo que necesitas son primeras experiencias normales: una cita que fluye, una noche abrazado, una historia que contar sin inventar. PheroPro no borra el pasado, pero puede ser el empujón para empezar a crear esos momentos que te faltan. Cada recuerdo nuevo es una patada a la idea de “ya es tarde para mí”.

Ese miedo es legítimo, porque ya vienes de muchos intentos fallidos. Por eso aquí no te estamos vendiendo “antes y después” de película, sino algo más honesto: “antes sin pruebas, después con pruebas pequeñas pero reales”. No esperes que PheroPro haga el trabajo solo; úsalo como parte de un ritual: cuidarte, vestirte bien, salir aunque dé pereza, abrirte un poco más. Así no depositas toda la ilusión en un frasco, sino en un proceso en el que tú también cambias.

Lo que suelen notar, si dices algo, es simplemente: “me gusta cómo hueles”. El 99 % no va a pensar “este lleva feromonas”, va a pensar “este tío se cuida y tiene un olor muy agradable”. Si alguna vez sale el tema, la lectura inconsciente es positiva: hombre que presta atención a los detalles, que se preocupa por cómo se siente la otra persona a su lado. Muy lejos de algo sospechoso, eso se percibe como madurez y autocuidado.

Justamente ese es el corazón de todo este trabajo. Si sientes que tu deseo te castiga, que ver parejas te duele y que tu historia está vacía, PheroPro no es “el premio”, es la palanca. Un modo de pasar de “nunca pasa nada” a “empiezan a pasar cosas pequeñas que me demuestran que no soy invisible”. No te promete amor inmediato; te promete oportunidades reales para que dejes de ver tu deseo como una condena y empieces a verlo como algo que, por fin, tiene por dónde entrar en tu vida.

Lo que opinan nuestros clientes

4.9

+1353 Opiniones

Carlos M
Compra Verificada
OCT 2025
Este perfume es MÁGICO desde que lo llevo puesto, es increíble, solo tengo éxito con las mujeres. Demasiado éxito por la noche, ya no sé a cuál elegir.
David G
Compra Verificada
OCT 2025
Una mujer me dijo que olía irresistiblemente bien… Claramente, este perfume hace su efecto.
Marco M
Compra Verificada
OCT 2025
Huele demasiado bien, es un olor muy atractivo y es una locura. Guau.

¿Por qué confiar en nosotros?

  Otros
Envíos en 24/48h
Atención PostCompra
Pago en la entrega