Mi hijo se estaba quedando atrás, y me dolió.
Tiempo de lectura: 2 min
Si tienes un niño de 3 a 7 años y te preocupa su atención, entiendes este miedo.
No hablo de malas notas.
Hablo de esa sensación silenciosa de que tu hijo se está acostumbrando demasiado a lo rápido.
A lo fácil.
A lo que brilla.
Y que lo tranquilo le cuesta cada vez más.
Voy a contarte lo que me pasó.
Porque quizá te ayude a evitar el mismo nudo en el estómago.
Y porque descubrí algo que me hizo sentir que, por fin, estaba haciendo lo correcto.
La frase de la profesora que me dejó helada
Soy una madre normal.
No soy perfecta.
Y no vivo en un mundo de manualidades infinitas y niños que juegan solos tres horas.
Una tarde, al recoger a mi hijo, su profesora me dijo algo suave.
Con cariño.
Sin drama.
“Le cuesta mantenerse en actividades tranquilas.”
Sonrió.
Yo sonreí.
Asentí.
Pero por dentro me puse mala.
Solo pensé:
“¿He hecho yo esto con las pantallas?”
Me sentí como si hubiera fallado.
Y lo peor es que no podía culpar a nadie.
El miedo que no quería decir en voz alta
En casa, mi hijo era un torbellino.
Si le ponía una actividad tranquila, duraba poco.
Si había una pantalla cerca, la pedía.
Y yo me decía lo de siempre.
“Solo un ratito.”
“Hoy estoy agotada.”
“Es un día malo.”
Pero ese comentario del colegio me cambió el foco.
Me dio miedo que esto le siguiera en clase.
Me dio miedo que mi hijo fuera el niño que no aguanta lo calmado.
Y que, de alguna manera, todo el mundo lo viera.
Lo que intenté y no funcionó
Después de esa charla, me puse en modo “madre guerrera”.
Compré cosas nuevas.
Probé:
- libros para colorear
- puzles
- piezas de construcción
- juegos de manualidades
Algunas cosas funcionaban.
Cinco minutos.
Luego volvía el bucle.
“Me aburro.”
“No sé qué hacer.”
“¿Puedo ver dibujos?”
Yo quería ayudarle.
Pero a veces sentía que estaba apagando fuegos, no construyendo algo.
El 99% de consejos que ya conoces
Busqué información en la red.
Leí cuentas de crianza.
Vi explicaciones y recomendaciones.
Y todo decía lo mismo.
El 99%.
“Reduce pantallas.”
“Sé constante.”
“Ofrece alternativas.”
Eso suena bien.
Pero no te dicen qué hacer cuando tu hijo no sabe arrancar sin ti.
Ni por qué el juego tranquilo parece costarle más cada semana.
Ahí estaba el 1% que me faltaba.
El problema real
Lo aprendí hablando con una amiga que trabaja en educación infantil.
Me dijo algo muy simple.
“Los peques necesitan entrenar la calma como un músculo.”
Esa frase me encendió una luz.
Las pantallas no son el demonio.
Pero sí tienen un efecto secundario fácil de ignorar.
Entrenan el cambio rápido.
Un vídeo.
Otro vídeo.
Un estímulo nuevo cada pocos segundos.
Y si eso llena gran parte del día…
El cerebro se acostumbra a que todo sea veloz.
Eso crea lo que yo llamo:
desgaste de la resistencia breve.
Sin práctica diaria de actividades lentas y por pasos, los niños pierden comodidad con lo tranquilo.
No están rotos.
Solo no han entrenado esa parte.
Y ahí es cuando el colegio lo nota.
Y la madre se culpa.
Por qué me estaba costando tanto
Yo pensaba que mi hijo necesitaba más juguetes.
O más motivación.
O más disciplina.
Pero el problema era otro.
Muchas actividades tranquilas tienen una barrera invisible.
Empezar.
Un folio en blanco puede intimidar.
Una caja de piezas sin una idea clara puede saturar.
Y cuando el inicio se siente difícil…
La pantalla gana.
Porque la pantalla empieza por ellos.
La solución que me recomendó otra madre
Una semana después, en la puerta del colegio, se lo conté a una madre.
La típica conversación rápida.
Yo solté:
“Quiero ayudarle a concentrarse.”
“No quiero que esto le siga en clase.”
“Me siento fatal.”
Ella me dijo:
“Te entiendo.”
Y luego me habló de KidFun™.
Una mesa pequeña de dibujo con proyección.
Proyecta figuras sencillas.
El niño calca.
Colorea.
Y consigue un resultado bonito rápido.
Me dijo algo clave:
“No es solo dibujo.”
“Es una forma fácil de entrenar la atención sin pelea.”
Por qué KidFun™ funciona distinto
Yo era escéptica.
Ya había comprado mil cosas.
Pero esto tenía sentido.
Porque atacaba justo el punto débil.
El inicio.
En lugar de una hoja vacía, KidFun™ da un primer paso guiado.
Eso crea una victoria rápida.
Y una victoria rápida engancha.
Sin gritos.
Sin negociación.
Sin “mamá, hazlo tú”.
Esta es la solución real
apoyo de confianza visible.
El niño siente:
“Puedo.”
“Sé por dónde empezar.”
“Me sale.”
Y esa seguridad se traslada al juego tranquilo de otros momentos.
Lo que vi en casa en pocos días
Monté KidFun™ una tarde.
Sin discursos.
Sin presión.
Lo dejé ahí.
Mi hijo se acercó solo.
Encendió la proyección.
Y empezó.
Lo importante no fue que dibujara.
Fue lo que no escuché.
No hubo:
“Me aburro.”
No hubo:
“Quiero ver dibujos.”
Hubo calma.
Hubo foco.
Y hubo orgullo.
“¡Mamá, mira!”
Ese momento me devolvió el aire.
El efecto en el colegio
No te voy a prometer milagros.
Pero sí te cuento lo que pasó.
En semanas, noté más paciencia.
Más disposición a hacer cosas tranquilas.
Y menos necesidad de saltar a la pantalla a la mínima.
La profesora no me hizo un informe épico.
Pero me dijo:
“Le veo más asentado en mesa.”
Yo casi lloro.
Porque no era solo su avance.
Era mi alivio.
Si estás en este mismo punto
Si te suena alguno de estos pensamientos:
“Me sentí como si hubiera fallado.”
“No quiero que esto le siga al colegio.”
“Solo quiero ayudarle a concentrarse.”
Entonces esto puede ser para ti.
Sobre todo si tu hijo:
- se frustra con actividades tranquilas
- pide pantalla muy rápido
- necesita una guía clara para empezar
- se beneficia de logros visibles
Dónde lo conseguí
Yo compré KidFun™ en la página oficial.
No soy la empresa.
Solo una madre que necesitaba una salida real.
Te recomiendo comprobar disponibilidad.
Estos productos infantiles suelen salir en lotes pequeños.
Y cuando se comparten en grupos de madres, vuelan.
Si ves una garantía de devolución de 30 días o un descuento temporal, revisa los detalles en la web.
A mí eso me dio seguridad.
Comprueba disponibilidad ahora.
Dos caminos desde aquí
Puedes esperar y confiar en que “ya madurará”.
O puedes darle una forma sencilla de entrenar calma, atención y orgullo.
Sin convertir cada tarde en una batalla.
Si una frase tranquila de la profesora te removió por dentro…
Actúa antes de que ese miedo crezca.

Lucía Martín (Psicopedagoga infantil)
En consulta veo algo muy frecuente en niños de 3 a 7 años: no es que no sean creativos, es que se bloquean al empezar. La hoja en blanco puede sentirse como una prueba, y cuando un niño falla varias veces, aprende a evitarlo. Por eso KidFun™ me parece una herramienta muy acertada. La proyección ofrece un inicio guiado y amable, reduce el miedo a equivocarse y ayuda a lograr pequeñas victorias visibles que fortalecen la confianza. También es una opción muy útil para familias que buscan actividades tranquilas sin pantallas, sobre todo en tardes largas o días de interior. Si el objetivo es que el niño pase del “no puedo” al “mira lo que he hecho” sin presión, KidFun™ encaja muy bien.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Para qué edades está recomendado KidFun™?
¿Para qué edades está recomendado KidFun™?
KidFun™ está pensado principalmente para niños de 3 a 7 años, cuando más ayuda tener un inicio guiado y fácil en actividades creativas.
¿Y si mi hijo no suele dibujar o se frustra rápido?
¿Y si mi hijo no suele dibujar o se frustra rápido?
Precisamente es uno de los perfiles que más se beneficia, porque la proyección le da un primer paso claro y reduce el miedo a empezar.
¿Necesita que un adulto esté encima todo el rato?
¿Necesita que un adulto esté encima todo el rato?
No. La idea es que el niño pueda empezar y mantenerse ocupado con menos guía del adulto.
¿Sirve para reducir el uso de pantallas?
¿Sirve para reducir el uso de pantallas?
Puede ayudar mucho como alternativa rápida y atractiva para que el niño pida juego antes que pantalla.
¿Ocupa mucho espacio en casa?
¿Ocupa mucho espacio en casa?
Está diseñada para ser compacta y fácil de colocar en un rincón del salón o del cuarto de juegos.
¿Es complicado de usar o montar?
¿Es complicado de usar o montar?
No. Su uso es sencillo e intuitivo para que el niño pueda empezar sin frustración ni pasos largos.
¿Mi hijo se cansará rápido como con otros juguetes?
¿Mi hijo se cansará rápido como con otros juguetes?
Al tener variedad de dibujos y un inicio guiado, suele mantener el interés más tiempo que actividades que requieren inventar desde cero.
¿Ayuda en días de lluvia o cuando no se puede salir?
¿Ayuda en días de lluvia o cuando no se puede salir?
Sí, es uno de los momentos en los que más se nota, porque ofrece una actividad calmada y fácil de iniciar dentro de casa.
¿Es seguro para niños pequeños?
¿Es seguro para niños pequeños?
Está pensado para uso infantil, con un formato estable y orientado a actividades tranquilas y supervisables en casa.
¿Qué pasa si no encaja con nuestro día a día?
¿Qué pasa si no encaja con nuestro día a día?
Si tu tienda ofrece garantía o devolución, puedes probarlo con tranquilidad y decidir según vuestra experiencia real en casa.
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