Mi hijo se convirtió en “el niño de la pantalla”.
Tiempo de lectura: 2 min
Si alguna vez has sentido ese pinchazo, sigue leyendo.
Porque esta historia es para ti.
Sobre todo si tienes un niño de 3 a 7 años que pide la tablet en cuanto se aburre.
No estoy aquí para culpar a nadie.
Soy madre.
He estado cansada, saturada y desesperada por un poco de calma.
Pero un solo playdate me dio una ducha de realidad.
Y me hizo ver la razón real por la que las pantallas habían tomado el control en casa.
Cómo un playdate normal se convirtió en mi peor espejo
No soy una madre perfecta.
No soy una heroína anti-pantallas.
Solo intento sobrevivir a la vida real.
Nos invitaron a un playdate con otras dos madres.
Los niños tenían más o menos la misma edad que mi hijo.
Había bloques en el suelo.
Papel y ceras en una mesa.
Unos cuantos juguetes simples.
En 5 minutos, mi hijo me tiró de la manga.
“¿Puedo ver algo?”
Me reí para restarle importancia.
“Ahora no, cariño.”
Lo intentó otra vez.
Y otra.
Y luego llegó la queja.
Los otros niños estaban dibujando.
Construyendo.
Hablando.
Mi hijo estaba ahí parado como si no supiera qué hacer.
Sentí un nudo en el estómago.
No estaba juzgándole a él.
Me estaba juzgando a mí.
No quería que mi hijo fuera ese niño.
Y no quería ser esa madre.
Lo que me dije de camino a casa
En el coche intenté suavizarlo.
“Está cansado.”
“Es solo una fase.”
“Hemos tenido una semana dura.”
Pero la verdad sonaba más fuerte.
Las pantallas se habían convertido en un consuelo.
Y yo había ayudado a que pasara.
Me sentí avergonzada.
No porque mi hijo fuera “malo”.
Sino porque vi lo que me daba miedo.
Que si seguíamos así…
Necesitaría una pantalla para aguantar el aburrimiento.
Le costaría jugar tranquilo.
Y yo seguiría con esa culpa silenciosa.
Cada día.
Lo que probé y nunca se mantuvo
Al llegar a casa, me puse aún más seria con el tema.
Compré nuevas actividades.
Probé:
- libros para colorear
- manualidades
- puzles
- juegos de construcción
Algunas funcionaron.
Un rato.
Luego el mismo bucle.
“Me aburro.”
“No sé qué hacer.”
“¿Puedo tener la tablet?”
Empecé a sentir que las pantallas le habían estropeado.
Pero esa no era la verdad real.
El 1% que nadie te explica
Esa noche busqué respuestas.
Encontré el consejo de siempre.
El 99%.
“Pon límites.”
“Sé constante.”
“Ofrece alternativas.”
Yo lo estaba intentando.
Yo era constante.
No era débil.
Me faltaba el 1%.
Aquí va la versión simple.
Las pantallas no solo entretienen a los niños.
Sin darse cuenta, reemplazan una habilidad.
La habilidad es esta.
Empezar.
Empezar a jugar.
Empezar a crear.
Empezar con confianza.
Un folio en blanco nos parece fácil a los adultos.
Pero a un niño pequeño puede parecerle una prueba.
“¿Qué dibujo?”
“¿Por dónde empiezo?”
“¿Y si me sale mal?”
Así que se bloquea.
Y busca lo que no le hace sentirse atascado.
Una pantalla.
Este es el problema real
Explica por qué fallamos incluso cuando lo hacemos bien.
Por qué el tiempo de pantalla parece que “ayuda”
Esta parte me costó admitirla.
Las pantallas se habían vuelto un parche rápido.
Cada vez que la tablet cortaba la queja en segundos, el cerebro de mi hijo aprendía algo.
Aburrimiento igual recompensa rápida.
El juego normal empezaba a parecer lento.
El esfuerzo empezaba a parecer inútil.
No porque él fuera vago.
Sino porque el alivio era demasiado fácil.
Ahora lo llamo un hueco de habilidad invisible.
Un hueco tapado por la comodidad.
La amiga que dijo una frase y lo cambió todo
Unos días después, se lo conté a una amiga madre.
Usé las palabras exactas que me guardaba.
“Fue una ducha de realidad.”
“Me sentí avergonzada.”
“No quiero que mi hijo sea ese niño.”
Ella no me juzgó.
Asintió como alguien que ya ha pasado por eso.
Y me dijo:
“Tu hijo no está roto.
Esa habilidad aún no se ha construido.”
Me explicó algo sencillo.
Los niños necesitan victorias rápidas.
Necesitan una guía suave.
No un espacio vacío que parezca un examen.
Y entonces mencionó una mesa pequeña de dibujo con proyección.
Una mini mesa que proyecta siluetas simples.
Los niños calcan.
Colorean.
Y se sienten orgullosos rápido.
La marca que me dijo fue KidFun™.
Por qué esto funcionó cuando todo lo demás falló
Yo era escéptica.
Porque ya había gastado dinero en juguetes que acabaron acumulando polvo.
Aun así la pedí.
Cuando llegó KidFun™, la monté sin hacer ruido.
Sin emoción exagerada.
Sin discurso.
Solo la dejé en el salón.
Esa tarde, mi hijo se acercó.
La encendió.
Apareció una silueta sencilla.
Empezó a calcar.
Y entonces escuché una frase que no oía desde hacía mucho.
“¡Mira lo que he hecho!”
No “Me aburro.”
No “¿Puedo ver algo?”
Estaba centrado.
Tranquilo.
Orgulloso.
La solución real
Aquí está lo importante.
KidFun™ no lucha contra las pantallas con normas.
Las reemplaza con impulso.
La proyección quita la parte más difícil.
El primer paso.
Así que, en vez de enfrentarse a una hoja en blanco, tu hijo tiene un inicio fácil.
Eso crea una victoria rápida.
Las victorias rápidas crean confianza.
La confianza crea juego independiente.
Es como un puente simple de “no sé hacerlo” a “sí puedo”.
Lo que cambió en nuestro siguiente playdate
Dos semanas después quedamos con las mismas madres.
No dije nada del drama de la tablet.
Solo llevé KidFun™.
Los niños se juntaron alrededor.
Se turnaron.
Enseñaron sus dibujos.
Y mi hijo no fue el que pidió pantalla.
Fue el que dijo:
“Espera, quiero hacer otro.”
Sentí un alivio enorme.
No porque hubiera ganado la maternidad.
Sino porque por fin vi una salida real del bucle.
Si estás justo en este punto
Si alguna vez te ha preocupado que:
- tu hijo tenga menos paciencia para el juego normal
- te juzguen en el cole o en playdates
- las pantallas estén convirtiéndose en lo “normal”
- tu hijo evite el esfuerzo y se bloquee rápido
Te entiendo.
No es un miedo pequeño.
Toca tu identidad.
Toca la culpa.
Toca el futuro que quieres para tu hijo.
Dónde encontré KidFun™
No soy la empresa.
Solo soy una madre que necesitaba una respuesta mejor.
Si quieres ver si KidFun™ está disponible ahora, puedes comprobar disponibilidad en la página oficial.
Estos productos infantiles suelen salir en lotes pequeños.
Y cuando se comparten en grupos de madres, vuelan.
Si ves un descuento por tiempo limitado o una garantía de devolución, revisa los detalles en la página.
A mí eso me dio tranquilidad para probarlo.
Dos opciones desde aquí
Puedes esperar a que tu hijo “madure y ya está”.
O puedes construir la habilidad que las pantallas han estado reemplazando.
Un inicio fácil.
Una victoria rápida.
Un momento de orgullo.
Si no quieres que el próximo playdate te deje ese nudo en el estómago…

Lucía Martín (Psicopedagoga infantil)
En consulta veo algo muy frecuente en niños de 3 a 7 años: no es que no sean creativos, es que se bloquean al empezar. La hoja en blanco puede sentirse como una prueba, y cuando un niño falla varias veces, aprende a evitarlo. Por eso KidFun™ me parece una herramienta muy acertada. La proyección ofrece un inicio guiado y amable, reduce el miedo a equivocarse y ayuda a lograr pequeñas victorias visibles que fortalecen la confianza. También es una opción muy útil para familias que buscan actividades tranquilas sin pantallas, sobre todo en tardes largas o días de interior. Si el objetivo es que el niño pase del “no puedo” al “mira lo que he hecho” sin presión, KidFun™ encaja muy bien.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Para qué edades está recomendado KidFun™?
¿Para qué edades está recomendado KidFun™?
KidFun™ está pensado principalmente para niños de 3 a 7 años, cuando más ayuda tener un inicio guiado y fácil en actividades creativas.
¿Y si mi hijo no suele dibujar o se frustra rápido?
¿Y si mi hijo no suele dibujar o se frustra rápido?
Precisamente es uno de los perfiles que más se beneficia, porque la proyección le da un primer paso claro y reduce el miedo a empezar.
¿Necesita que un adulto esté encima todo el rato?
¿Necesita que un adulto esté encima todo el rato?
No. La idea es que el niño pueda empezar y mantenerse ocupado con menos guía del adulto.
¿Sirve para reducir el uso de pantallas?
¿Sirve para reducir el uso de pantallas?
Puede ayudar mucho como alternativa rápida y atractiva para que el niño pida juego antes que pantalla.
¿Ocupa mucho espacio en casa?
¿Ocupa mucho espacio en casa?
Está diseñada para ser compacta y fácil de colocar en un rincón del salón o del cuarto de juegos.
¿Es complicado de usar o montar?
¿Es complicado de usar o montar?
No. Su uso es sencillo e intuitivo para que el niño pueda empezar sin frustración ni pasos largos.
¿Mi hijo se cansará rápido como con otros juguetes?
¿Mi hijo se cansará rápido como con otros juguetes?
Al tener variedad de dibujos y un inicio guiado, suele mantener el interés más tiempo que actividades que requieren inventar desde cero.
¿Ayuda en días de lluvia o cuando no se puede salir?
¿Ayuda en días de lluvia o cuando no se puede salir?
Sí, es uno de los momentos en los que más se nota, porque ofrece una actividad calmada y fácil de iniciar dentro de casa.
¿Es seguro para niños pequeños?
¿Es seguro para niños pequeños?
Está pensado para uso infantil, con un formato estable y orientado a actividades tranquilas y supervisables en casa.
¿Qué pasa si no encaja con nuestro día a día?
¿Qué pasa si no encaja con nuestro día a día?
Si tu tienda ofrece garantía o devolución, puedes probarlo con tranquilidad y decidir según vuestra experiencia real en casa.
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