5 razones por las que acabas arrastrando los pies cada tarde (y cómo volví a sentirlos ligeros)
Tiempo de lectura: 2 min
Si sigues así… ¿cómo crees que caminarás dentro de 5 años?
Sé que suena duro, pero alguien tiene que decirlo.
Si cada tarde terminas arrastrando los pies como si tuvieras bloques de cemento,
si subes a casa por las escaleras agarrándote a la barandilla,
si te cambias de postura en el sofá porque te arden las plantas y los talones…
No es “solo cansancio”.
Es tu cuerpo gritándote:
“Así no llegas a la jubilación caminando igual.”
Yo estaba exactamente igual.
Llegaba al portal y pensaba:
“¿Cómo pueden doler tanto dos trozos tan pequeños del cuerpo?”
En vez de andar, empujaba los pies por el suelo, como si no me pertenecieran.
Hasta que entendí por qué me pasaba eso
y qué podía hacer en casa para cambiarlo.
Por eso quiero compartir contigo
las 5 razones reales por las que acabas arrastrando los pies cada tarde…
…y cómo empecé a notar mis pies más ligeros gracias a una simple esterilla para pies llamada FootEms.
Razón 1: La musculatura de tus pies está agotada y débil
Tus pies no están hechos solo para “sujetarte”.
Tienen decenas de músculos pequeños
que deberían moverse, contraerse, empujar,
como una mano pero en versión oculta.
El problema es que, si pasas el día:
- de pie en el trabajo
- caminando siempre sobre suelo duro
- metida en zapatos rígidos
esos músculos no trabajan bien.
Están todo el día aguantando peso,
pero casi nunca se mueven de verdad.
Resultado:
al final de la tarde, los pies van muertos,
y en vez de levantarlos, los arrastras.
Cómo lo empecé a solucionar con FootEms
Cuando descubrí FootEms,
lo que más me sorprendió fue esto:
Puedo estar sentada en el sofá
y, sin moverme,
la esterilla hace que los músculos de mis pies
se contraigan y se relajen cientos de veces.
Es como si mis pies hicieran “gimnasia interna”
sin que yo tenga que andar ni saltar.
A las pocas semanas:
- el arrastre se convirtió en paso más firme
- sentía el pie “activo”, no muerto
- el último tramo del día ya no era un suplicio
No me dio pies nuevos.
Pero dejó de parecer que tenía 90 años al caminar.
Razón 2: Tu circulación va a cámara lenta (y tus pies pagan el precio)
Cada día, la sangre baja por gravedad
hasta tus pies y tobillos.
El problema es que, si no hay buen bombeo muscular,
esa sangre y ese líquido se quedan allí estancados.
Por eso, al final del día notas:
- pies hinchados
- tobillos “gorditos” que marcan el calcetín
- sensación de peso y presión por dentro
Con ese peso extra,
es normal que el cuerpo diga:
“Arrastra, no levantes”.
Cómo FootEms ayudó a “desatascar” mis pies
FootEms no es magia,
pero hace una cosa muy lógica:
Los impulsos eléctricos suaves
hacen que los músculos de las plantas y las pantorrillas
se contraigan rítmicamente.
Cada contracción funciona como una pequeña bomba
que empuja la sangre y los líquidos de vuelta hacia arriba.
Noté cambios muy claros:
- por la noche, los pies estaban menos hinchados
- al día siguiente, el zapato entraba mejor, no me “reventaba”
- esa sensación de columna pesada fue bajando
Cuando los pies pesan menos,
es mucho más fácil levantarlos
en vez de empujarlos por el suelo.
Razón 3: No haces pausas inteligentes, solo parones de emergencia
Seguro que esto te suena:
Aguantas, aguantas, aguantas…
hasta que ya no puedes más
y te sientas donde sea, reventada.
Te sientas 5 minutos,
mires el móvil,
resoplas…
Y al levantarte,
los pies están igual o peor.
Porque esa “pausa”
no ha hecho nada por tus músculos ni por tu circulación.
Solo has cambiado de postura.
Cómo convertí el descanso en recuperación real con FootEms
Yo hacía lo mismo:
tirarme al sofá y ya está.
Ahora, casi cada tarde hago esto:
- Llego a casa.
- Me siento en el sofá.
- Pongo los pies descalzos sobre FootEms.
- Elijo un programa de unos 20 minutos.
Durante ese tiempo,
en vez de ser un parón muerto,
mis pies están trabajando de forma suave:
- músculos que se activan
- sangre que se mueve
- tensión que baja poco a poco
Al acabar,
cuando me levanto,
no tengo esa sensación de “bloques” pegados al suelo.
La pausa deja de ser
“me dejo caer”
y se convierte en
“le doy a mis pies lo que necesitan para recuperarse”.
Razón 4: Te has acostumbrado a aguantar, no a escuchar al cuerpo
Nos han educado en el:
“Es normal, son muchos años trabajando”,
“claro que te duelen los pies, a todo el mundo le pasa”.
Y acabas haciendo esto:
- te tomas pastillas cuando no puedes más
- te compras otro par de zapatos “cómodos”
- te quejas un segundo y sigues igual
Pero no hay un plan real de cuidado.
Solo aguantas.
El problema es que aguantar sin cuidar
es la receta perfecta para que el dolor
sea cada vez más fuerte y más constante.
Cómo FootEms me obligó (para bien) a cuidarme todos los días
FootEms, para mí,
no es solo una esterilla.
Es un recordatorio diario
de que tengo que hacer algo por mis pies.
He creado una rutina muy simple:
- después de trabajar → 20 minutos con FootEms
- algunos días, también antes de dormir
Ese gesto repetido
ha cambiado la relación con mi cuerpo.
Ya no es solo “aguanta y calla”.
Es: “trabajo duro, pero luego cuido lo que me sostiene.”
Y mis pies lo han notado.
Y mi cabeza también.
Razón 5: Nunca trabajas tus pies… solo te acuerdas de ellos cuando duelen
Nos preocupamos por:
- abdominales
- glúteos
- espalda
- incluso cuello
¿Y los pies?
Nada.
Metidos en un zapato y que aguanten.
Los pies son la base,
pero son también la parte del cuerpo
que menos ejercitamos y menos mimamos.
Luego nos sorprende que:
- se quejen
- se inflamen
- duelan a la mínima
- nos hagan arrastrarlos al final del día
Cómo FootEms se convirtió en “el gimnasio privado” de mis pies
Yo nunca habría hecho ejercicios específicos de pies
cada día por mi cuenta.
No voy a engañar a nadie.
Pero con FootEms,
ese “gimnasio de pies”
está debajo de mi sofá.
Mientras veo una serie o miro el móvil,
- mis plantas
- mis arcos
- mis pantorrillas
están recibiendo estímulos, trabajo y riego.
Sin sudar.
Sin ir a un centro.
Sin aprender rutinas complicadas.
Solo sentarme
y enchufar la esterilla.
Eso, mantenido en el tiempo,
ha hecho que dejaran de ser
“dos trozos que me aguantan”
y volvieran a ser parte viva de mi cuerpo.
¿Quieres dejar de arrastrar los pies y volver a sentirlos ligeros?
Si has llegado hasta aquí
es porque te has visto reflejada
en más de una de estas razones.
- Si cada tarde llegas con los pies hechos polvo…
- si subes por las escaleras arrastrando más que caminando…
- si tienes miedo de cómo estarán tus pies dentro de 5 años
si sigues exactamente igual…
Entonces tiene sentido
que te plantees hacer algo distinto.
Para mí, ese “algo distinto”
se llama FootEms.
Una esterilla de estimulación muscular para pies y pantorrillas
que uso en casa, sentada,
para:
- activar la musculatura olvidada
- mejorar la circulación
- descargar hinchazón y tensión
- y llegar al día siguiente
con los pies bastante menos pesados
No es un medicamento
ni sustituye a tu médico.
Pero si quieres que tus pies
dejen de ser un castigo diario
y vuelvan a sentirse tuyos y ligeros,
FootEms puede ser
la herramienta que metas hoy mismo
en tu salón.
Imagina dentro de unas semanas:
- llegar a casa cansada, sí, pero sin esa sensación de “bloques de cemento”
- subir las escaleras sin empujar tanto los pies
- notar que, poco a poco, levantas el pie en vez de arrastrarlo
Si quieres probar
lo mismo que me ha ayudado a mí
a dejar de arrastrar los pies cada tarde,
haz esto
Tu cuerpo te está avisando.
La decisión de hacerle caso…
es tuya.

Dr. Luis Herrera, (Fisioterapeuta especializado en miembros inferiores)
En consulta veo cada día pies hinchados, fríos y doloridos por culpa de muchas horas de pie o sentados. Por eso me sorprendió ver cómo, en varios pacientes que empezaron a usar FootEms a diario, los pies llegaban menos inflamados, con mejor color y con una sensación de “carga” mucho menor al final del día. Desde el punto de vista físico tiene lógica: la estimulación suave activa la musculatura de la planta y la pantorrilla, mejora el retorno venoso, ayuda a mover el líquido retenido y saca al pie de ese estado de quietud dolorosa en el que vive. No es un sustituto de la valoración médica, pero como complemento en casa, en personas con pesadez, hinchazón o cansancio crónico de pies, FootEms puede marcar una diferencia real en cómo terminan el día y en cuánto tardan en notar alivio.
PREGUNTAS FRECUENTES
¿Y si mi dolor es “demasiado fuerte” y ya llevo años así, me va a servir de algo FootEms?
¿Y si mi dolor es “demasiado fuerte” y ya llevo años así, me va a servir de algo FootEms?
La realidad es que ningún aparato te va a devolver unos pies de 20 años en una semana, pero eso no significa que no puedas mejorar. Lo que he visto una y otra vez es que, cuando introduces un estímulo nuevo y constante (como las contracciones suaves de FootEms), el cuerpo sale del bucle de dolor + inmovilidad en el que lleva años. No esperes milagros de un día para otro, pero sí puedes esperar pies menos hinchados, menos “bloques de cemento” y más margen para aguantar el día. Lo importante no es estar perfecta, es dejar de ir a peor y empezar, aunque sea despacio, a ir a mejor.
Tengo más de 55 años y sobrepeso… ¿es seguro y útil para mí o es solo para gente “fit”?
Tengo más de 55 años y sobrepeso… ¿es seguro y útil para mí o es solo para gente “fit”?
Justo el perfil que más suele notar cambio es el de personas que ya no están para saltos, gimnasios ni locuras, pero que no quieren rendirse. FootEms trabaja mientras estás sentada, sin impacto en articulaciones, por lo que encaja muy bien con mayores de 50, gente con unos kilos de más o trabajos muy físicos. Siempre es buena idea hablar con tu médico si tienes dudas, pero la lógica es clara: estimulación suave + mejor circulación + más movimiento interno suele ser mucho mejor que seguir con los pies quietos y castigados cada día.
Tengo diabetes / mala circulación en las piernas, ¿puedo usar FootEms con tranquilidad?
Tengo diabetes / mala circulación en las piernas, ¿puedo usar FootEms con tranquilidad?
Con diabetes y problemas de circulación hay que ser doblemente prudente, porque tus pies son oro. FootEms no es un medicamento ni un sustituto de tu tratamiento, es una herramienta de apoyo para estimular músculos y circulación local de forma suave. Lo responsable es consultar antes con tu médico o enfermera, explicarles que es un dispositivo de estimulación muscular de baja intensidad para pies y pantorrillas, y seguir sus indicaciones. Desde ahí, la idea es simple: cuidar tus pies todos los días en lugar de esperar a que se quejen a gritos.
¿La sensación de los impulsos eléctricos duele o es incómoda?
¿La sensación de los impulsos eléctricos duele o es incómoda?
La mayoría de la gente la describe como cosquilleo profundo, presión suave o pequeños “toques” rítmicos, y va regulando la intensidad a su gusto. No se trata de aguantar como una heroína, se trata de encontrar el punto donde sientas “esto trabaja, pero me resulta agradable”. Lo bueno es que puedes empezar en el nivel más bajo, subir solo si te sientes cómoda y parar cuando quieras. La idea no es sufrir, la idea es que cada sesión sea un rato de alivio, descarga y autocuidado, no un castigo más en tu día.
¿Cuánto tiempo tardaré en notar algo o saber si me funciona?
¿Cuánto tiempo tardaré en notar algo o saber si me funciona?
Lo más honesto: algunas personas sienten alivio de pesadez y calor desde los primeros días; otras necesitan 2–3 semanas de uso constante para empezar a notar que llegan al final del día menos reventadas. Piensa que llevas años acumulando daño, inflamación y mala circulación, y ahora estás dando a tus pies algo que nunca han tenido: trabajo interno + riego extra + rutina diaria de cuidado. Si te marcas un mínimo de 15–20 minutos al día durante 3–4 semanas, le estás dando a tu cuerpo una oportunidad real de demostrar lo que puede mejorar cuando por fin recibe ayuda.
¿Tengo que dejar mis plantillas, medias de compresión o medicación si uso FootEms?
¿Tengo que dejar mis plantillas, medias de compresión o medicación si uso FootEms?
No. FootEms no viene a “pelearse” con lo que ya te ayuda, viene a completarlo. Tus plantillas, medias de compresión o tratamiento médico atacan una parte del problema; FootEms trabaja otra: la activación muscular, el bombeo y la recuperación entre jornadas. Piensa en él como en un fisioterapeuta casero de refuerzo, no como un sustituto. Lo único importante es que, si tomas medicación o llevas algún tratamiento delicado, avises a tu médico para que lo tenga en cuenta y te dé luz verde.
No tengo tiempo para nada, ¿de verdad voy a usar FootEms o acabará cogiendo polvo?
No tengo tiempo para nada, ¿de verdad voy a usar FootEms o acabará cogiendo polvo?
Esta es una de las mayores trampas: creer que necesitas “tiempo extra” para cuidarte. En realidad, FootEms funciona mejor precisamente porque no te pide tiempo nuevo, se encaja en lo que ya haces: ver la tele, mirar el móvil, hablar con tu familia, leer algo. Solo cambias una cosa: en lugar de tener los pies muertos sobre el suelo o la mesa, los pones sobre la esterilla. Es decir: el mismo rato de sofá, pero con tus pies trabajando y recuperándose. Así es como se convierten los cambios en hábito… sin que te rompan la rutina.
He comprado otras cosas para los pies y al final todas acaban en un cajón, ¿por qué FootEms sería diferente?
He comprado otras cosas para los pies y al final todas acaban en un cajón, ¿por qué FootEms sería diferente?
Es normal estar quemada: cremas milagro, plantillas carísimas, aparatos que prometen el cielo… y luego nada. La diferencia está en qué problema atacan. La mayoría de productos se quedan en la superficie: un poco de colchón, un poco de frescor, un poco de analgesia. FootEms va a la base: músculo, circulación, drenaje, recuperación. Y además se utiliza en un momento del día en el que ya estás quieta, por lo que es mucho más fácil que lo integres. Neurológicamente, cuando el cerebro empieza a asociar “FootEms = menos dolor = más energía”, te resulta mucho más natural seguir usándolo, porque notas que te compensa.
¿Puede FootEms sustituir al ejercicio o a caminar?
¿Puede FootEms sustituir al ejercicio o a caminar?
No. Sería irresponsable decirte eso. El movimiento real del cuerpo entero es insustituible. Pero también es verdad que hay momentos de la vida en los que no estás para grandes caminatas ni para gimnasios, y ahí es donde FootEms encaja. Piénsalo así: si ahora estás en un punto donde casi no puedes ni caminar sin dolor, ¿cómo vas a hacer más ejercicio si antes no bajas un poco el nivel de sufrimiento? FootEms te ayuda a recuperar algo de base: menos hinchazón, menos pesadez, mejor pisada… y eso, a su vez, te permite moverte algo más en tu día a día sin que cada paso sea un tormento.
¿Y si lo pruebo y no noto nada o la sensación no me gusta?
¿Y si lo pruebo y no noto nada o la sensación no me gusta?
El mayor miedo antes de comprar suele ser: “tirar el dinero en otro cacharro más”. Por eso lo más inteligente es plantearte FootEms como un experimento con fecha y reglas claras: usarlo todos los días durante unas semanas, empezar con baja intensidad, ajustar el programa que mejor te siente y, pasado ese tiempo, evaluar con honestidad:
👉 ¿Llego igual de destrozada al final del día?
👉 ¿Mis pies están igual de hinchados dentro del zapato?
👉 ¿Duermo igual de mal por culpa de las punzadas?
Si la respuesta es que no ha cambiado nada, puedes decidir que no es para ti y ya está. Pero si notas aunque sea un 20–30 % menos de castigo en tus pies, tu cerebro lo tendrá claro: esa pequeña mejora diaria merece la pena, porque no estás comprando plástico, estás comprando más años de autonomía y menos años de arrastrar los pies con miedo.
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