El último Black Friday me hizo sentir tonto.
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Black Friday tras Black Friday… y yo con las manos vacías (no volvió a pasar)
Puede que te suene.
Cada Black Friday:
Abro un montón de correos
Veo ofertas en rojo por todas partes
Se me nublan los ojos
Cierro todo y no compro nada
Siempre me digo:
“Es todo mentira. Primero suben el precio y luego hacen el descuento.”
Luego llega enero.
Vuelvo al trabajo.
Y oigo lo de siempre en la sala de descanso:
“Yo me llevé la tele por casi la mitad.”
“Pillé una consola tirada de precio.”
Yo sonrío y asiento.
Por dentro, escuece.
Porque sé la verdad:
“Siempre llego tarde.
Siempre espero demasiado.”
La tele que me hizo sentir tonto cada noche
Mi toque de fondo fue el año pasado.
Nuestra tele vieja murió justo después de Año Nuevo.
La pantalla se quedó negra y no volvió a encender.
¿Lo peor?
Había visto una oferta de Black Friday muy buena de una tele igual.
Me quedé un buen rato mirando aquel anuncio.
Y entonces entró en acción mi cerebro de “esto seguro que es un timo”.
Cerré la pestaña.
“Mejor no arriesgar”, pensé.
“Ya saldrá una oferta de verdad.”
Te adelanto algo: esa oferta “de verdad” nunca llegó.
En febrero ya estábamos viendo pelis en una pantallita cutre de repuesto.
Al final me rendí y compré una tele nueva a precio normal.
Sin descuento. Sin regalo. Nada.
Durante meses, cada vez que la encendía, una vocecita me decía:
“Has pagado el precio entero por algo que podías haber tenido mucho más barato.
Y ha sido por tu culpa.”
Esa tele se convirtió en mi recordatorio diario de que era un desastre aprovechando ofertas.
La razón oculta por la que siempre me pierdo las ofertas buenas
Al principio pensé que mi problema era simple:
“Soy demasiado prudente.”
Pero la verdad es más fea que eso.
Me han entrenado durante años a base de falsas rebajas.
Sin parar:
“¡Últimas unidades!”
“¡Solo hoy!”
“¡Hasta un 70 % de descuento!”
Y los mismos “chollos” vuelven a salir la semana siguiente.
Mi cerebro creó un filtro.
Cada vez que veía urgencia, la etiquetaba como mentira.
Así que cuando de verdad aparece una oferta puntual y real…
La trato igual que a las falsas.
La ignoro.
Luego acabo pagando el precio completo más adelante y odiándome por dentro.
La urgencia falsa de todos los años te deja ciego ante las oportunidades reales que duran poco.
Te proteges de los timos… y te encierras en el arrepentimiento.
Cuando por fin entendí eso, de repente muchos de mis errores empezaron a tener sentido.
La única oferta de Black Friday que sentí distinta
Este año me prometí a mí mismo que iba a cambiar.
Aun así, una semana antes del Black Friday vi un anuncio en el móvil y puse los ojos en blanco otra vez.
Era de un dron con cámara 4K.
El anuncio decía:
Cámara 4K
Dos baterías de regalo (hasta más o menos una hora de vuelo en total)
Aplicación para el móvil para ver lo que ve el dron
Maletín rígido incluido
De un almacén que tenía que vaciar stock porque una gran tienda había cancelado un pedido
Lo primero que pensé fue:
“Sí, hombre. Y mi gato es el piloto.”
Pero entonces me golpeó otra cosa.
Llevaba mucho tiempo queriendo un dron.
Leía foros de drones.
Veía vídeos increíbles.
También veía historias de miedo de gente que perdía el dron encima del mar y se tiraba días buscándolo.
Me asustaba gastar un buen dinero en un dron.
Así que, una vez más, no hacía nada.
Me quedaba “a salvo” y con las ganas.
Ahora tenía delante un dron con todo lo que quería, a un precio más cercano al de un juguete que al de un aparato profesional.
Y detrás de la oferta había una historia real:
La gran cadena había cancelado un pedido enorme
El almacén se había quedado con palés de drones
Los contratos de almacenaje estaban a punto de terminar
Salía más barato venderlos casi a precio de coste que seguir pagando por el espacio
Por primera vez, el descuento no salía de un cartelito llamativo.
Salía de las cuentas frías y aburridas de un almacén.
Este precio existe por un problema real de logística, no por una “oferta” inventada para llamar la atención.
Si se agotaban, no había ningún motivo para repetir ese precio tan bajo más adelante.
El momento en que casi repito mi error de siempre
Fui haciendo scroll por la página.
Vi fotos de palés apilados hasta el techo.
Leí la historia del pedido cancelado.
Vi los detalles de la cámara, las baterías extra, la app, el maletín.
Y aun así… mi dedo se fue hacia la “X” de la pestaña.
Ese reflejo viejo de siempre.
“Otra oferta falsa. Ciérrala. Sé listo.”
Pero esta vez paré y me hice una pregunta incómoda:
“Dentro de dos meses, ¿qué me va a doler más?
¿Haber hecho el pedido y quizá equivocarme…
o cerrar esto y pasar otro año viendo vídeos de drones de otros mientras yo no tengo nada?”
Me imaginé en enero.
Escuchando a mis compañeros decir:
“Yo me pillé un dron a precio de risa en el Black Friday.”
¿Y yo?
Otra vez en el suelo.
Otra vez mirando.
Esa imagen dolía.
Más que la idea de gastar el dinero.
Así que respiré hondo.
Y pulsé en “ver disponibilidad”.
Cuando llegó la caja supe que no era un juguete
A los pocos días llegó una caja sólida a casa.
Dentro venía todo colocado en un maletín rígido, con la espuma recortada a medida.
El dron con cámara 4K, plegado y compacto
Las dos baterías, listas para cargar
El mando
Una tarjeta con un código para descargar la aplicación del móvil
Nada parecía barato o endeble.
Parecía el tipo de dron que solo había visto detrás de un cristal en las grandes superficies.
Cargué las dos baterías.
La app se instaló en segundos.
Tenía las manos un poco temblorosas.
Me acordé de esas historias en los foros de drones que se iban con el viento y no volvían.
Pero me dije:
“Tranquilo. Por una vez has aprovechado una oferta que tiene sentido.
Dale uso.”
Primer vuelo: ¿acabo de romper mi patrón?
Me fui temprano a un parque vacío.
Puse la primera batería.
Encendí el mando.
Abrí la app.
El dron despegó y se quedó quieto en el aire.
En el móvil veía la imagen en directo en 4K.
Los árboles, los tejados, todo el parque desde arriba.
Al principio lo mantuve cerca.
Luego un poco más alto.
Luego algo más lejos.
Cuando me entró el respeto, pulsé el botón de vuelta a casa.
El dron regresó y aterrizó casi a mis pies.
Sin drama.
Sin “ahí se acaba de ir una paga entera volando”.
Puse la segunda batería.
Esta vez volé más rato.
Cuando se agotaron las dos, había estado volando cerca de una hora en total.
Volví a casa con una sensación rara:
No solo contento.
Orgulloso.
Por primera vez, no había dejado que mi miedo a las ofertas falsas me robara una oportunidad real.
El momento en que supe que había hecho bien
Ese lunes enseñé un vídeo corto a un compañero.
Era una toma lenta sobre el río al atardecer.
Se quedó mirando la pantalla.
“Guau. ¿Qué dron es? Eso tiene que valer una pasta.”
Me reí.
“Menos de lo que te gastas en comida a domicilio en un mes”, le dije.
Él negó con la cabeza.
“Yo vi esa misma oferta”, me confesó. “Pensé que era otro timo de Black Friday.”
Y ahí estaba.
Mi yo antiguo, delante de mí.
Solo que esta vez, yo era el que había reaccionado a tiempo.
Por una vez, me sentí como el listo que ha tenido suerte, no como el pringado de siempre.
Por qué te cuento todo esto
Yo no soy la empresa que fabrica este dron.
Solo soy un tipo que se cansó de sentirse tonto cada Black Friday.
Así que te lo digo de cliente a cliente:
Este dron con cámara 4K de verdad graba vídeo nítido
Las dos baterías de regalo te dan tiempo de sobra para aprender sin agobios
La aplicación del móvil hace que volar sea mucho más fácil, incluso si eres nuevo
El maletín rígido evita que tengas que ir con miedo a que se estropee en la mochila
Lo más importante:
El precio bajo no es un truco.
Viene de un almacén que necesita recuperar espacio.
Cuando esos palés se acaben, ya no tiene sentido que lo sigan vendiendo así de barato.
Por eso, cuando amigos me preguntan, les digo:
“Si la página sigue diciendo que queda stock, comprueba si aún puedes conseguir uno.
Si no, probablemente no vuelvas a ver esta oferta.”
Dos caminos antes del próximo Black Friday
Puedes hacer lo que hice yo durante años:
Cerrar la pestaña
Decirte “esto es mentira”
Ver cómo los demás disfrutan de sus compras nuevas
Acabar comprando algo parecido más tarde a precio completo y acordarte de ello cada vez que lo uses
O puedes hacer lo que por fin hice yo:
Mirar la historia real que hay detrás de esta oferta
Ver que el descuento viene de un problema de almacenaje, no de un truco
Llevarte un dron serio con cámara 4K, baterías extra, app y maletín mientras al almacén todavía le urge sacarlo
Si estás cansado de ser la persona que siempre llega tarde a las ofertas de verdad…
Puede que esta sea tu oportunidad de romper ese patrón.
La oferta estará justo debajo de este texto, por si quieres comprobar si todavía llegas a tiempo.

PREGUNTAS FRECUENTES
¿Por qué está tan barato? ¿Es de mala calidad?
¿Por qué está tan barato? ¿Es de mala calidad?
No es un dron barato, es un dron rebajado por un problema de almacén. Se hizo un pedido grande, parte se canceló y el almacén se quedó con las estanterías llenas. Sale más rentable liquidar rápido que seguir pagando espacio. La calidad sigue siendo la de un dron 4K con modos avanzados, dos baterías y maletín, solo que tú aprovechas un fallo de logística a tu favor.
Nunca he volado un dron, ¿y si no sé usarlo?
Nunca he volado un dron, ¿y si no sé usarlo?
Este pack está pensado justo para eso: empezar desde cero sin miedo. Tiene modos de estabilidad, despegue sencillo y una app muy intuitiva donde ves lo mismo que ve el dron. No necesitas ser técnico ni tener experiencia previa: en la primera tarde ya puedes hacer tus primeras tomas aéreas y sentir que controlas.
¿Y si se me cae o le doy un golpe?
¿Y si se me cae o le doy un golpe?
Es un miedo normal, por eso el pack incluye hélices de repuesto y un maletín rígido que lo protege en los trayectos. Además, al venir de liquidación de stock, no estás jugando con un aparato de lujo intocable: puedes aprender, equivocarte y seguir mejorando sin la sensación de “si le pasa algo, me arruina el mes”.
¿De verdad las baterías dan para algo o es un vuelo y ya?
¿De verdad las baterías dan para algo o es un vuelo y ya?
Aquí no hablamos de despegar, dar una vuelta y volver corriendo. Con dos baterías incluidas puedes hacer varios vuelos seguidos en una misma salida, probar tomas distintas, repetir planos y disfrutar de la experiencia sin ir mirando el reloj todo el rato. Es la diferencia entre probarlo y vivir una tarde completa de vuelo.
Esto suena a truco de Black Friday… ¿la oferta es de verdad?
Esto suena a truco de Black Friday… ¿la oferta es de verdad?
La clave está en el origen del descuento: no viene de marketing, viene de un pedido cancelado. Hay un almacén con demasiados drones ocupando espacio que cuesta dinero, y por eso se han puesto a precio de liquidación. Cuando esas cajas salgan, el dron seguirá existiendo, pero volverá a precios normales. Eso es lo que hace que esta oferta sea real y difícil de repetir.
¿Y si luego no me gusta o no le saco partido?
¿Y si luego no me gusta o no le saco partido?
Precisamente por venir de una liquidación de almacén, este dron es ideal para quitarse el gusanillo sin volverse loco gastando. Te llevas un dron completo y serio a precio muy ajustado: si te enamoras del hobby, habrás empezado por la puerta grande; si no te engancha tanto, no tendrás la sensación de haber tirado el dinero en un capricho desproporcionado.
¿La app funcionará con mi móvil o me complicaré la vida?
¿La app funcionará con mi móvil o me complicaré la vida?
La app está pensada para ser tan simple como abrir la cámara del móvil. Conectas el dron, abres la aplicación y ves en pantalla lo que él está grabando. No hace falta ser experto ni trastear con mil ajustes: puedes empezar en modo básico y, si te apetece, ir descubriendo más funciones poco a poco, a tu ritmo.
¿Cuánto tardará en llegar? Me da miedo que no llegue a tiempo para regalarlo.
¿Cuánto tardará en llegar? Me da miedo que no llegue a tiempo para regalarlo.
Los envíos se gestionan de forma rápida y prioritaria, con un plazo estimado de 24 a 72 horas. Además, el pago es contra reembolso, así que pagas al recibir el pedido en casa, no por adelantado. Cuanto antes hagas el pedido, más margen tendrás y más tranquilo estarás de cara a Navidad o Reyes.
¿Dónde puedo volar el dron sin meterme en problemas?
¿Dónde puedo volar el dron sin meterme en problemas?
Lo importante es usar el sentido común: zonas abiertas, lejos de aglomeraciones, sin molestar ni poner en riesgo a nadie. Muchos usuarios empiezan en descampados, campos abiertos o zonas rurales, donde pueden aprender con calma. La ventaja de este dron es que puedes usarlo como primer dron de entrenamiento, coger soltura y luego informarte con más detalle de la normativa de tu zona si quieres ir un paso más allá.
¿Qué incluye exactamente el pack y por qué dicen que es un chollo?
¿Qué incluye exactamente el pack y por qué dicen que es un chollo?
Porque aquí no compras solo un dron. Te llevas un dron 4K, dos baterías, maletín de transporte, hélices de repuesto y todo lo que necesitas para volar desde el primer día. En otros sitios, el cuerpo del dron viene pelado y todo lo demás son extras. Aquí la liquidación de almacén te permite llevarte el pack completo de una vez, a un precio que normalmente no verías junto a este nivel de equipo.
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