Mi agua de la ducha era “segura”, pero mi cuerpo no opinaba igual.

Tiempo de lectura: 2 min

Si después de ducharte:

  • Tu piel escuece o pica,

  • Tus ojos se irritan,

  • Tu pelo se queda como paja, da igual el champú que uses…

…y todo el mundo te repite: «Tranquila, el agua aquí es segura»,

por favor, lee esto.

No soy científica.

No soy fontanera.

Soy solo una mujer que abrió el informe del agua de su ciudad a medianoche…

y de repente entendió por qué su cuerpo llevaba meses gritando.

Lo que encontré esa noche me encogió el estómago.

Palabras como «subproductos de cloración», «dureza», «corrosión», «dentro de los límites legales» por todas partes.

Y yo solo podía pensar:

«O sea que esto es lo que golpea mi piel y mi cuero cabelludo cada día».

Esa noche dejé de confiar en el “bastante seguro”

y empecé a tomar el control de lo que mi agua le hacía a mi cuerpo.

Y todo empezó con un cabezal de ducha muy sencillo llamado ShowerPro.

Si el Ayuntamiento dice que es segura, será que sí… ¿seguro?

Durante años nunca pensé en el agua.

Abres el grifo, sale agua. Punto.

Pero cuando me mudé a este piso, mi cuerpo notó algo que yo no veía.

En pocas semanas:

  • El cuero cabelludo me ardía después de cada lavado.

  • La cara se me quedaba tirante y roja alrededor de la nariz y las mejillas.

  • El pelo pasó de suave a seco, fosco y enredado.

  • Los ojos me escocían en la ducha como si metiera la cabeza en una piscina.

Las amigas me decían:

«Es el estrés».

«Son los años».

«Cambia de champú».

Así que hice lo de siempre:

  • Cambié a champú y gel “suaves”.

  • Compré una hidratante más cara.

  • Probé mascarillas, aceites, serums, de todo.

Nada mejoraba de verdad.

Algunos días un poco mejor, muchos días peor.

Lo que más miedo me daba era esto:

Sentía que mi propia casa me atacaba.

Y no tenía ni idea de por qué.

La noche en que abrí el informe del agua

Una noche estaba leyendo un foro local.

Alguien escribió:

«Si crees que tus problemas de piel empezaron al mudarte aquí,

busca el informe de calidad del agua de la ciudad».

Puse los ojos en blanco.

El agua se analiza. El agua es segura. Eso lo sabe todo el mundo.

Aun así… el cuero cabelludo me ardía.

Así que, casi a medianoche, escribí en el buscador:

«informe calidad agua nombre de la ciudad pdf».

Dos clics después estaba delante de un documento de más de 30 páginas

que nunca había visto en mi vida.

Ahí estaba, en letras minúsculas:

  • Dureza

  • Cloro libre

  • Subproductos de desinfección

  • Control de corrosión

  • Y una y otra vez: «dentro de los límites legales»

Amplié el documento.

Leí la letra pequeña.

Y me golpeó un pensamiento:

«Los límites legales hablan de no morirse.

Mi cuerpo está pidiendo algo mejor que “no te mata al momento”».

Me quedé sentada a la mesa de la cocina,

con la luz del ordenador sobre mis manos resecas,

y me sentí ingenua.

Durante años había confiado en unos números que ni siquiera había mirado.

Mi picor en la piel, mi pelo seco, mis ojos irritados…

no se sentían nada “dentro de los límites”.

Ese fue mi punto de no retorno.

Porque por fin entendí algo muy simple:

Nadie iba a venir a filtrar esa agua por mí.

La verdad incómoda: límites legales vs. límites de tu cuerpo

Ojalá alguien me lo hubiera explicado así de claro:

La mayoría de informes del agua hablan de seguridad legal,

no de cómo se siente esa agua en tu piel y tu pelo.

  • «Dentro del límite» significa “no es tóxica de forma inmediata”,

    no “es buena para tu piel”.

  • Dureza (mucha cal) + cloro + subproductos

    se acumulan en tu piel y tu cuero cabelludo cada día.

  • Cada ducha “segura” suma un poco más de sequedad, de aspereza, de película pegajosa.

El 99 % de la gente sabe:

«El agua lleva cloro. Lo ponen para matar bichos».

El 1 % que falta es esto:

Tu piel y tu pelo tienen sus propios límites.

Les da igual que el agua haya pasado un test del Ayuntamiento.

Solo saben que:

  • «Esto escuece».

  • «Esto reseca».

  • «Esto debilita mi barrera un poco más cada día».

Comprendí que mi problema no era solo “piel sensible”

ni “mal champú”.

Mi problema era estar construyendo todo mi autocuidado

sobre una base de agua agresiva.

Hacía las cosas “bien”…

sobre el fundamento equivocado.

Si el agua es el problema… ¿cuál es la solución real?

Cuando entendí de verdad el problema,

la solución por fin empezó a tener sentido.

Si el agua que sale de la tubería es dura y agresiva,

necesito algo entre su tubería y mi piel.

No otra crema.

No otro bote “para pelo seco”.

Necesitaba un portero en la puerta.

Empecé a buscar:

«filtro ducha piso ciudad»,

«agua dura picor piel ducha»,

«cómo suavizar agua de la ducha sin obras».

Vi pastillas, aparatos enormes y cabezales de plástico barato con opiniones horribles.

Y luego empecé a ver un nombre una y otra vez en comentarios de gente normal: ShowerPro.

Lo que me llamó la atención no fue solo la palabra “filtro”.

Fue cómo describían la sensación:

  • «El agua ya no huele tan fuerte».

  • «La piel ya no me arde al salir».

  • «El pelo vuelve a sentirse como pelo».

Así que hice clic.

Conociendo ShowerPro: mi portero personal entre la tubería y mi piel

ShowerPro es un cabezal de ducha con filtro y 3 modos de chorro.

Por fuera parece un cabezal de ducha normal y elegante.

Por dentro tiene un filtro diseñado para ayudar a reducir el cloro y parte de los minerales

antes de que el agua te toque.

Solo eso ya me llamó la atención.

Pero lo que de verdad me hizo sentir control fue esto:

  • Yo podía elegir si quería un chorro más suave o más intenso.

  • Podía instalarlo yo sola en unos minutos.

  • Y si me mudaba, podía desenroscarlo y llevármelo conmigo.

Me dije a mí misma:

«Si esto no funciona, al menos dejo de vivir a ciegas y sigo buscando».

Así que lo pedí.

Poniendo ShowerPro a prueba de verdad

Cuando llegó la caja, estaba más nerviosa de lo que pensaba.

No soy nada manitas.

Pero instalarlo me llevó unos 5 minutos:

  1. Desenroscar el cabezal antiguo.

  2. Enroscar ShowerPro.

  3. Apretar con la mano. Listo.

Sin fontanero. Sin herramientas. Sin pedir permiso al casero.

Esa misma noche puse el modo de chorro más suave y abierto.

Esto fue lo que pasó.

Día 1

  • El agua se notaba distinta. Menos agresiva en la cara.

  • Los ojos ya no me escocían tanto.

  • La piel seguía seca, pero no con esa sequedad caliente y rabiosa.

Final de la primera semana

  • El cuero cabelludo ya no se me encendía después de lavarme el pelo.

  • La cara no se ponía tan roja alrededor de la nariz.

  • El pelo seguía algo seco, pero no tan rígido ni “chillón”.

Final de la tercera semana

  • Me di cuenta de que llevaba días sin usar mi “crema de emergencia” para calmar la piel.

  • Podía pasar los dedos por el pelo mojado

    sin sentir que estaba lleno de nudos ásperos.

Final de la sexta semana

  • La ducha dejó de sentirse como una nube química.

  • Mi piel se sentía normal al salir, no atacada.

  • Mi pelo se parecía más al de hace años: menos encrespado, más brillo.

Mismos productos.

Misma rutina.

Mismo informe del agua de la ciudad.

Lo único que cambié fue lo que había entre la tubería y mi cuerpo.

Por qué ShowerPro funcionó cuando nada más lo hacía

Visto con perspectiva, ahora lo entiendo así.

Límites legales vs. límites de tu cuerpo

  • El agua del Ayuntamiento se trata para que sea segura para beber,

    no para que sea suave para ducharte todos los días.

  • Agua dura + cloro + subproductos golpean tu piel y tu pelo a diario,

    creando pequeñas grietas en tu barrera natural.

  • Tú culpas al champú. Tu cuerpo está señalando al agua.

Convertir números invisibles en control visible

ShowerPro funciona como un filtro y regulador personal:

  • El filtro ayuda a rebajar la carga agresiva antes de que el agua te toque.

  • Sus 3 modos de chorro te permiten elegir cómo llega esa agua a tu piel y a tu cuero cabelludo.

  • En vez de confiar a ciegas en un pdf, sientes:

    «He puesto algo real entre ese informe y mi cuerpo».

Esa sensación de control es casi tan valiosa

como el alivio físico.

Para quién tiene sentido de verdad ShowerPro

Por lo que yo he vivido, ShowerPro es muy buena idea si:

  • Tu piel está peor después de ducharte que antes.

  • Tu pelo empeoró al mudarte de zona.

  • Notas olor fuerte a “piscina” al abrir la ducha.

  • Estás de alquiler y no puedes poner un sistema para toda la casa,

    pero aun así quieres algo de control.

Si te reconoces en algo de esto,

por favor, escucha:

Puede que no sea “la edad”.

Puede que no sea “solo estrés”.

Puede ser el agua que nunca te habías planteado cuestionar.

Qué te aporta en concreto ShowerPro

Esto fue lo que hizo que me lo quedara:

  • Filtro integrado para ayudar a suavizar el agua antes de que llegue a tu piel.

  • 3 modos de chorro para elegir entre suave, normal o más concentrado tipo masaje.

  • Instalación rápida y sin herramientas en la mayoría de flexos estándar.

  • Portátil – puedes desenroscarlo y llevártelo si te mudas.

  • Una garantía sencilla de satisfacción:

    nota la diferencia en tu piel y en tu pelo o lo devuelves.

Comparado con lo que gastaba en cremas y champús “milagro”,

el precio me pareció… sinceramente, pequeño.

Tu agua no va a cambiar por ti

Esta es la realidad que tuve que aceptar:

  • El Ayuntamiento va a seguir enviando la misma agua “dentro de los límites”.

  • Las tuberías del edificio no se van a cambiar solas.

  • Nadie va a llamar a tu puerta con una ducha mejor por sorpresa.

Pero sí puedes poner algo entre su agua y tu cuerpo.

Cada día que pasa es un día más de:

  • Piel que se siente atacada en tu propia casa.

  • Pelo que se cansa un poco más.

  • Dudas sobre lo que significan de verdad esas palabras del informe del agua.

Puedes seguir adivinando…

o puedes poner un portero en tu ducha y salir de dudas.

Ahora mismo hay mucha demanda en zonas de agua dura

y las existencias pueden agotarse.

Así que, si estás leyendo esto

y tu cuerpo lleva tiempo susurrando

«aquí pasa algo» cada vez que te duchas…

Por favor, no esperes a que grite.

👉 Comprueba ahora la disponibilidad de ShowerPro

y deja que tu próxima ducha sea la primera que de verdad se sienta segura.

Al final, eso es lo que me ha dado ShowerPro:

No un agua “perfecta”.

Sino un control visible sobre lo que mi agua le hace a mi cuerpo.

Y una vez que sientes eso,

no vuelves jamás a confiar a ciegas en un «dentro de los límites legales».

Ir directamente a la información del producto

ShowerPro™ | Cabezal de Ducha con Filtro y 3 modos de Masaje (En Oferta)

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 (1.353 opiniones)

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  • La presión de mi ducha ahora es brutal Desde que puse esta alcachofa, parece otro baño. El chorro es súper potente, relajante y además noto que gasto menos agua. ¡Una pasada!

    Marcos M. Sevilla
  • La instalé en menos de un minuto Sin herramientas y desde el primer uso ya se notaba la diferencia. Ahora la ducha es mi momento favorito del día. ¡Lo recomiendo al 100%!

    Carlos G. Toledo
  • Es como tener un spa en casa. Compré dos, uno para mí y otro para mis padres, y están encantados. La presión es brutal y los modos de chorro se notan un montón. Es como tener un spa en casa

    Nicolás P. Tarragona
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    Dr. Javier Morales — Dermatólogo (Madrid)

    Cada vez veo más pacientes que llegan desesperados porque la ducha les deja la piel roja, tirante y llena de picores, a pesar de usar buenos productos. En muchos casos, el problema no es la crema, sino el agua cargada de cloro y cal. Tras probar ShowerPro™ con varios de ellos, mi valoración es clara: para personas con sequedad, sensibilidad y malestar después de ducharse sin patologías graves asociadas, supone un antes y un después. Su filtro reduce de forma constante y silenciosa la agresión del agua sobre la barrera cutánea y, junto con un chorro más suave, disminuye la irritación, las rojeces y esa sensación de “piel que quema” al salir del baño. En pocas semanas —y en algunos casos desde los primeros días— mis pacientes reportan una mejor textura de la piel, menos necesidad de cremas pesadas y una ducha que vuelve a sentirse como momento de descanso y no de castigo diario. Es un cambio que se nota y se agradece

    PREGUNTAS FRECUENTES

    ¿De verdad voy a notar diferencia en mi piel y mi estrés o es solo marketing?

    La mayoría de personas que cambian a agua filtrada describen lo mismo: menos picor, menos tirantez al salir de la ducha y una sensación de cuerpo más relajado. No es magia, es pura lógica: si quitas parte del cloro y la cal que irritan la piel y suavizas el chorro, tu cuerpo deja de estar en modo defensa cada vez que te duchas. Eso se traduce en una piel más tranquila y una ducha que, por fin, alivia en lugar de agobiar.

    ShowerPro está diseñado para adaptarse a la gran mayoría de flexos estándar que hay en los hogares. Se enrosca igual que una alcachofa normal, sin herramientas raras, sin obras y sin necesidad de fontanero. En la mayoría de casos es literalmente desenroscar la antigua y enroscar ShowerPro, en un par de minutos. Si sabes abrir una botella de agua, sabes instalarlo.

    No. ShowerPro está pensado justo para personas que odian complicarse. No hay cables, no hay piezas sueltas, no hay manual imposible. Solo tienes que roscarlo donde va tu ducha actual. La sensación al instalarlo es más de “¿ya está?” que de “qué lío”. Y si alguna vez quisieras quitarlo, es igual de sencillo: se desenrosca y listo.

    Ningún cabezal de ducha puede transformar tu casa en un balneario natural, pero ShowerPro puede hacer algo muy importante: reducir la carga de cloro y cal que más irrita tu piel y tu cuero cabelludo. No se trata de tener un agua “perfecta”, sino de pasar de un agua que ataca a un agua que tu piel puede soportar sin enfadarse. Ese cambio es el que notas en forma de menos rojeces, menos picor y menos sequedad extrema.

    Justamente las personas con piel sensible, con tendencia a eczema, dermatitis o picor constante son las que más suelen notar el cambio. ShowerPro no añade nada a tu piel: simplemente ayuda a que el agua llegue menos agresiva y permite usar un chorro más suave y envolvente. Eso significa menos ataques diarios a tu barrera cutánea y más margen para que tus cremas y tratamientos hagan su trabajo de verdad.

    ShowerPro tiene 3 modos para que tú elijas: uno más ancho y suave, ideal para piel sensible, uno normal y uno tipo masaje. No se trata de quedarte sin presión, sino de controlar cómo te pega el agua. Mucha gente siente que, al notar la piel más cómoda y menos agredida, puede ducharse con más calma y sin prisas, porque el agua deja de ser un enemigo y pasa a ser algo agradable.

    ShowerPro tiene 3 modos para que tú elijas: uno más ancho y suave, ideal para piel sensible, uno normal y uno tipo masaje. No se trata de quedarte sin presión, sino de controlar cómo te pega el agua. Mucha gente siente que, al notar la piel más cómoda y menos agredida, puede ducharse con más calma y sin prisas, porque el agua deja de ser un enemigo y pasa a ser algo agradable.

    En realidad, ShowerPro es la pieza que faltaba para que todo lo que ya estás comprando tenga sentido. Ahora mismo tus cremas trabajan contra un agua que deshace parte de lo que intentan reparar. Al suavizar el agua, cada euro que inviertes en cuidado pasa de ser un gasto de “apagar fuegos” a una inversión en mejoría real. Es dejar de tirar dinero en productos que luchan solos y empezar a jugar en equipo con tu ducha.

    La idea no es que te “cases” con el producto a ciegas, sino que lo pruebes en tu ducha, con tu piel y tu agua. Por eso, si después de usar ShowerPro no notas que tu piel está menos castigada, que tu picor se ha suavizado o que tu ducha se siente más llevadera, simplemente no te lo quedas. Así de sencillo. La intención es darte tranquilidad, no otro motivo de preocupación.

    Parece exagerado hasta que miras tu día con sinceridad. Si cada vez que te duchas tu piel sufre, tu cuerpo se tensa y sales con sensación de incómodo malestar, ese momento suma a tu carga emocional aunque no quieras verlo. Cambiar ese rato de “tragar y aguantar” por 10 minutos en los que tu piel no grita y tu cuerpo baja revoluciones es un cambio pequeño en apariencia, pero enorme en cómo te sientes al final del día. Tu ducha está ahí sí o sí. La pregunta es si va a seguir sumando estrés o por fin va a empezar a quitártelo.

    Lo que opinan nuestros clientes

    4.9

    +1353 Opiniones

    Natalia C
    Compra Verificada
    OCT 2025
    Me gusta mucho porque el agua se siente distinta. Antes salía con olor fuerte y ahora no. Mi piel ya no se reseca y mi cabello tiene más volumen. Excelente producto.
    Mercedes R
    Compra Verificada
    OCT 2025
    Me encanta. Antes mi piel se ponía roja después de bañarme, ahora se ve normal. También el cabello está más suave y con brillo. Lo volvería a comprar sin dudar.
    Lorena M
    Compra Verificada
    OCT 2025
    Noté que mis manos ya no se resecan tanto después del baño. Además, el agua tiene mejor olor y el cabello me dura más limpio. ¡Gran inversión para el baño!
    Carmen M
    Compra Verificada
    OCT 2025
    Mi cabello se veía sin vida y pensaba que era el shampoo. Desde que uso este cabezal, está más brillante y suave. Además, noto que mi piel ya no se reseca. Excelente compra.

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