Mi desagüe de la ducha me hizo llorar...
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Antes hacía bromas diciendo que mi desagüe se estaba comiendo mi pelo.
Sabes cuando te dicen: “Es normal, todo el mundo pierde pelo”?
Así que cuando veía pelo en el desagüe, me reía.
Incluso se lo enseñé una vez a mi novio y le dije:
“Mira, ahí va mi futura peluca”.
Pero dejó de hacer gracia.
Porque el montón de pelo en el desagüe empezó a ser cada vez más grande.
¿Por qué se me cae tanto el pelo?
Siempre he querido mucho a mi pelo.
Era “mi cosa especial”.
Ni piel perfecta. Ni cuerpo perfecto.
Pero mi pelo sí: suave, abundante, bonito.
Y de pronto, un año, todo cambió.
Primero, noté más pelos pegados a los dedos en la ducha.
Luego mi cepillo se llenaba más rápido.
Empecé a sacar mechones largos de mi ropa en el trabajo.
Me decía que era el estrés.
O el champú nuevo.
O “pérdida normal de pelo”.
Pero, en el fondo, tenía miedo.
Una noche, me lavé el pelo como siempre.
Miré hacia abajo… y vi el mechón más grande de pelo que había visto nunca en mi desagüe.
Mojado. Pesado. Ahí, mirándome, como si fuese un animal muerto.
Se me cayó el alma a los pies.
En mi cabeza, una frase se repetía sin parar:
“¿Y si me estoy quedando calva?”
La noche de pánico con el móvil a las dos
Esa noche no pude dormir.
Cogí el móvil y escribí:
- “caída de pelo en mujeres con 29 años”
- “me estoy quedando calva”
- “por qué se me cae el pelo en la ducha”
Internet hizo lo que hace siempre.
Me enseñó lo peor:
Hormonas.
Problemas de tiroides.
Genética.
Enfermedades autoinmunes.
Miré fotos de mujeres con entradas y clareos.
Me imaginé así dentro de unos años.
Se me encogió el estómago.
Incluso empecé a contar pelos después de cada ducha.
40… 60… 80…
Cada lavado era como ver subir un número en un reloj oculto.
Probé de todo… menos lo único que importaba
Hice lo que hace todo el mundo. Gasté dinero.
Nuevo champú “para la caída”.
Nuevo acondicionador “para la rotura”.
Mascarillas. Aceites. Gotas para el pelo.
Me compré un cepillo especial para el cuero cabelludo.
Tomé vitaminas.
Dejé de usar planchas y secador.
Hay días en que el pelo parecía estar algo mejor.
La mayoría, seguía seco y rígido, como paja vieja.
¿Y el desagüe?
Seguía lleno de pelo.
Empecé a evitar lavarme el pelo.
No por pereza.
Sino porque no quería ver el montón.
Ese montón se había convertido en mi mayor miedo.
La ducha del fondo del pozo
Mi verdadero fondo del pozo llegó un martes cualquiera.
Acababa de llegar del trabajo.
Estaba sudada y pegajosa.
Me dije: “Lávate el pelo y deja de darle vueltas”.
Me enjaboné.
Aclaré.
Intenté ser suave.
Luego miré al desagüe.
Ahí estaba.
Otro enorme balón de pelo mojado rodeando el desagüe.
Lo cogí.
Llenaba la palma entera de la mano.
Me quedé quieta en la ducha, desnuda, sujetando ese pegote.
El agua cayendo.
Las lágrimas cayendo.
En ese momento me sentí mayor.
Me sentí rota.
Pensé: “Si esto sigue así, no me voy a reconocer”.
La pregunta que me hizo mi amiga
Unos días después, estaba en casa de mi amiga Sara.
Tiene una melena gruesa, brillante, de anuncio de champú.
Por fin exploté y se lo conté todo.
El desagüe.
Los mechones.
Las búsquedas a las dos de la mañana.
El miedo.
Ella escuchó.
Luego me hizo una sola pregunta:
“¿Tu pelo empezó a caerse después de mudarte a ese piso?”
Me quedé helada.
Porque sí.
Empezó unos meses después de entrar en este piso.
Ella asintió y dijo:
“Laura, creo que no son tus genes. Creo que es el agua de tu ducha”.
Al principio me reí.
¿Mi agua?
¿El agua del grifo?
Me llevó a su baño y me señaló el cabezal de la ducha.
No era una máquina enorme.
Era un cabezal de ducha con filtro, estilizado, con una parte transparente donde se veía el filtro.
“¿Eso?” pregunté.
Me dijo:
“En mi piso antiguo el agua era muy dura. Se me rompía el pelo.
Compré este, y el cambio fue una locura. Menos pelo en el desagüe. Pelo más suave. No es magia. Es ciencia”.
El verdadero motivo de que se rompiera mi pelo
Esa noche volví a investigar.
Pero esta vez no busqué “calva con 29 años”.
Busqué “agua dura rotura de pelo”, “daño del cloro en el pelo” y “por qué se me parte el pelo en la ducha”.
Y lo que encontré tenía todo el sentido.
Esto es lo que aprendí, dicho fácil:
- El agua dura es agua con muchos minerales como calcio y magnesio.
- En muchas ciudades el agua también lleva cloro.
- Juntos, estropean la capa exterior de cada pelo.
Imagina que tu pelo es como una cinta de seda suave.
Ahora imagina que la pasas todos los días por papel de lija.
Eso es lo que hacen el agua dura y el cloro con la cutícula del pelo.
Cada pelo se vuelve:
- Rígido
- Seco
- Fácil de partirse cuando frotas o secas con la toalla
Así que mucho de lo que yo pensaba que era “caída” era en realidad rotura.
El pelo no se caía de la raíz.
Se partía por la mitad porque el agua era demasiado agresiva.
Ningún champú podía arreglar eso.
Porque el problema no estaba en el cuero cabelludo.
Estaba en el agua que caía sobre mi cabeza.
Esa era la pieza única que me faltaba.
La solución sencilla que por fin tenía sentido
El cabezal con filtro que tenía mi amiga se llamaba ShowerPro Cabezal de Ducha con Filtro.
Es un cabezal normal de tamaño, pero dentro lleva un filtro especial.
Esto es lo que hace:
- Reduce minerales agresivos y cloro del agua
- Saca un chorro más suave y agradable
- Tiene 3 modos de masaje que cambias con la mano
Lluvia.
Suave.
Masaje.
En vez de pegarle a mi pelo frágil con agua dura y brusca, me daba un flujo filtrado y protector.
Así, al lavar mi pelo, el agua ayudaba, no dañaba.
También hacía falta menos frotar para aclarar el champú.
La presión y la forma del chorro hacían el trabajo.
Menos frotar + agua más amable = menos rotura.
Sencillo.
Lo que pasó cuando lo probé de verdad
Pedí ShowerPro esa misma noche.
Llegó rápido.
Me llevó 10 minutos colocarlo.
Lo hice yo sola. Sin herramientas, sin fontanero.
Solo hay que desenroscar el cabezal viejo y enroscar este.
Esto fue lo que pasó:
Semana 1:
- Noto que el agua se siente distinta. Menos agresiva en el cuero cabelludo.
- Mi pelo aún se ve “así así”, pero veo un poco menos pelo en el desagüe.
Semana 2:
- Mi pelo está menos rígido cuando está mojado.
- No tengo que arrancar nudos con el cepillo.
- El montón del desagüe es ahora la mitad que antes.
Semana 4:
- Mi pelo empieza a sentirse como antes.
- Más suave. Algo más brillante.
- Y, lo más importante: dejo de tener ese nudo en el estómago cada vez que lo lavo.
Un día, me di cuenta de que me había duchado… y no había mirado el desagüe.
Casi lloro otra vez.
Pero esta vez, de alivio.
No me estaba “quedando calva”.
Estaba machacando mi pelo con agua mala.
Por qué este cabezal funcionó cuando mis productos no
Visto ahora, parece obvio.
Todas mis otras “soluciones” intentaban arreglar el pelo después del daño.
Mascarillas. Aceites. Gotas.
Todo venía después de que el agua dura y el cloro golpearan mi pelo.
ShowerPro actúa antes.
Cambia el agua en sí:
- Menos cosas agresivas pegándose a cada pelo
- Chorro más suave usando uno de los 3 modos
- Aclarado más fácil, menos frotar y menos daño con la toalla
Así mi pelo, por fin, pudo descansar.
Pudo empezar a recuperarse.
Por eso vi menos pelos en el desagüe.
Por eso mi cepillo dejó de llenarse tan rápido.
Para quién es esto
Si tú:
- Ves más pelo en el desagüe
- Tienes miedo de lavarte el pelo
- Te pasas la noche buscando sobre caída de pelo
- Gastas dinero en producto tras producto
Escúchame.
Puede que no sean tus genes.
Puede que no sean tus hormonas.
Puede que sea tu agua de la ducha.
Puede que no estés “perdiendo demasiado pelo”.
Puede que se te esté rompiendo demasiado.
Y eso sí es algo en lo que puedes actuar.
Qué hace especial a ShowerPro
Por lo que yo he vivido, esto es lo que me hace recomendarlo:
- Filtro integrado que ayuda a reducir minerales agresivos y cloro
- 3 modos de masaje, para elegir el más suave cuando notas el pelo débil
- Instalación rápida en la mayoría de duchas estándar
- Precio asequible (más o menos lo que cuesta una visita de peluquería)
- Respaldo de una garantía de 30 días: “nota tu pelo mejor o devuélvelo”
Si no notas ni sientes diferencia, puedes devolverlo.
Eso hizo que me sintiera tranquila al probarlo.
Tu próxima ducha puede ser distinta
Cada vez que entras en la ducha, haces una pequeña elección.
Seguir dejando que un agua agresiva ataque tu pelo.
O darle a tu pelo un flujo filtrado y amable que lo protege.
Si se te encoge el pecho al ver el desagüe…
Si sigues preguntándote: “¿Esto es normal?”
Por favor, no esperes a que vaya a peor.
Hoy puede ser el día en que dejes de tener miedo a ducharte
y vuelvas a confiar en tu pelo.

Dr. Javier Morales — Dermatólogo (Madrid)
Cada vez veo más pacientes que llegan desesperados porque la ducha les deja la piel roja, tirante y llena de picores, a pesar de usar buenos productos. En muchos casos, el problema no es la crema, sino el agua cargada de cloro y cal. Tras probar ShowerPro™ con varios de ellos, mi valoración es clara: para personas con sequedad, sensibilidad y malestar después de ducharse sin patologías graves asociadas, supone un antes y un después. Su filtro reduce de forma constante y silenciosa la agresión del agua sobre la barrera cutánea y, junto con un chorro más suave, disminuye la irritación, las rojeces y esa sensación de “piel que quema” al salir del baño. En pocas semanas —y en algunos casos desde los primeros días— mis pacientes reportan una mejor textura de la piel, menos necesidad de cremas pesadas y una ducha que vuelve a sentirse como momento de descanso y no de castigo diario. Es un cambio que se nota y se agradece
PREGUNTAS FRECUENTES
¿De verdad voy a notar diferencia en mi piel y mi estrés o es solo marketing?
¿De verdad voy a notar diferencia en mi piel y mi estrés o es solo marketing?
La mayoría de personas que cambian a agua filtrada describen lo mismo: menos picor, menos tirantez al salir de la ducha y una sensación de cuerpo más relajado. No es magia, es pura lógica: si quitas parte del cloro y la cal que irritan la piel y suavizas el chorro, tu cuerpo deja de estar en modo defensa cada vez que te duchas. Eso se traduce en una piel más tranquila y una ducha que, por fin, alivia en lugar de agobiar.
¿Y si mi ducha es diferente? ¿ShowerPro se va a poder instalar en mi casa?
¿Y si mi ducha es diferente? ¿ShowerPro se va a poder instalar en mi casa?
ShowerPro está diseñado para adaptarse a la gran mayoría de flexos estándar que hay en los hogares. Se enrosca igual que una alcachofa normal, sin herramientas raras, sin obras y sin necesidad de fontanero. En la mayoría de casos es literalmente desenroscar la antigua y enroscar ShowerPro, en un par de minutos. Si sabes abrir una botella de agua, sabes instalarlo.
No soy manitas, ¿voy a necesitar un fontanero o alguien que me ayude?
No soy manitas, ¿voy a necesitar un fontanero o alguien que me ayude?
No. ShowerPro está pensado justo para personas que odian complicarse. No hay cables, no hay piezas sueltas, no hay manual imposible. Solo tienes que roscarlo donde va tu ducha actual. La sensación al instalarlo es más de “¿ya está?” que de “qué lío”. Y si alguna vez quisieras quitarlo, es igual de sencillo: se desenrosca y listo.
¿ShowerPro quita toda la cal y todo el cloro del agua?
¿ShowerPro quita toda la cal y todo el cloro del agua?
Ningún cabezal de ducha puede transformar tu casa en un balneario natural, pero ShowerPro puede hacer algo muy importante: reducir la carga de cloro y cal que más irrita tu piel y tu cuero cabelludo. No se trata de tener un agua “perfecta”, sino de pasar de un agua que ataca a un agua que tu piel puede soportar sin enfadarse. Ese cambio es el que notas en forma de menos rojeces, menos picor y menos sequedad extrema.
Tengo la piel muy sensible y a veces problemas de dermatitis, ¿es seguro para mí?
Tengo la piel muy sensible y a veces problemas de dermatitis, ¿es seguro para mí?
Justamente las personas con piel sensible, con tendencia a eczema, dermatitis o picor constante son las que más suelen notar el cambio. ShowerPro no añade nada a tu piel: simplemente ayuda a que el agua llegue menos agresiva y permite usar un chorro más suave y envolvente. Eso significa menos ataques diarios a tu barrera cutánea y más margen para que tus cremas y tratamientos hagan su trabajo de verdad.
¿Voy a perder presión de agua o tardaré más en ducharme?
¿Voy a perder presión de agua o tardaré más en ducharme?
ShowerPro tiene 3 modos para que tú elijas: uno más ancho y suave, ideal para piel sensible, uno normal y uno tipo masaje. No se trata de quedarte sin presión, sino de controlar cómo te pega el agua. Mucha gente siente que, al notar la piel más cómoda y menos agredida, puede ducharse con más calma y sin prisas, porque el agua deja de ser un enemigo y pasa a ser algo agradable.
¿Cada cuánto hay que cambiar el filtro y es complicado hacerlo?
¿Cada cuánto hay que cambiar el filtro y es complicado hacerlo?
ShowerPro tiene 3 modos para que tú elijas: uno más ancho y suave, ideal para piel sensible, uno normal y uno tipo masaje. No se trata de quedarte sin presión, sino de controlar cómo te pega el agua. Mucha gente siente que, al notar la piel más cómoda y menos agredida, puede ducharse con más calma y sin prisas, porque el agua deja de ser un enemigo y pasa a ser algo agradable.
Ya gasto mucho en cremas y productos, ¿no es esto otro gasto más?
Ya gasto mucho en cremas y productos, ¿no es esto otro gasto más?
En realidad, ShowerPro es la pieza que faltaba para que todo lo que ya estás comprando tenga sentido. Ahora mismo tus cremas trabajan contra un agua que deshace parte de lo que intentan reparar. Al suavizar el agua, cada euro que inviertes en cuidado pasa de ser un gasto de “apagar fuegos” a una inversión en mejoría real. Es dejar de tirar dinero en productos que luchan solos y empezar a jugar en equipo con tu ducha.
¿Y si lo compro, lo instalo y no noto nada?
¿Y si lo compro, lo instalo y no noto nada?
La idea no es que te “cases” con el producto a ciegas, sino que lo pruebes en tu ducha, con tu piel y tu agua. Por eso, si después de usar ShowerPro no notas que tu piel está menos castigada, que tu picor se ha suavizado o que tu ducha se siente más llevadera, simplemente no te lo quedas. Así de sencillo. La intención es darte tranquilidad, no otro motivo de preocupación.
¿No es exagerado decir que una ducha puede afectar a mi estrés diario?
¿No es exagerado decir que una ducha puede afectar a mi estrés diario?
Parece exagerado hasta que miras tu día con sinceridad. Si cada vez que te duchas tu piel sufre, tu cuerpo se tensa y sales con sensación de incómodo malestar, ese momento suma a tu carga emocional aunque no quieras verlo. Cambiar ese rato de “tragar y aguantar” por 10 minutos en los que tu piel no grita y tu cuerpo baja revoluciones es un cambio pequeño en apariencia, pero enorme en cómo te sientes al final del día. Tu ducha está ahí sí o sí. La pregunta es si va a seguir sumando estrés o por fin va a empezar a quitártelo.
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